Los miembros del Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, presidido por Ángel Villafranca, se han reunido hoy con el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, para tratar y analizar asuntos de la actualidad que afectan al sector cooperativo agroalimentario. El encuentro, que ha tenido lugar en Alcázar de San Juan, ha servido también de presentación del máximo órgano de gobierno del cooperativismo regional, al nuevo consejero castellano-manchego.
A dicha reunión ha asistido también el director General de la organización, Juan Miguel del Real; la directora General de Producción Agroalimentaria y Cooperativas, Elena Escobar; la delegada provincial de Agricultura en Ciudad Real, Amparo Bremard; y la alcaldesa de la localidad, Rosa Melchor.
En declaraciones a los medios de comunicación, Ángel Villafranca, adelantaba que el Consejo Rector repasaría con el consejero de Agricultura la situación del sector que "pasa por un omento difícil, climatológicamente complicado" con otros aspectos que preocupan como la implantación de la nueva PAC, el relevo generacional. Preocupaciones que trasladaron al consejero junto con la presentación de iniciativas llevadas a cabo la política de igualdad "de la que somos pionero', dijo. Villafranca reitero la colaboración de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha con el gobierno regional "pensando en el interés del sector cooperativo y de la agricultura".
Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural subrayaba el importante papel que juegan las cooperativas en la agricultura regional, hecho que el ejecutivo autonómico ha reconocido dotando a la consejería de agricultura de una dirección general con la denominación de Producción Agroalimentaria y Cooperativas. "Soy un defensor del mundo cooperativo porque creo en el afianzamiento que hacen en el mundo rural, siendo en muchos casos el único elemento de vertebración social y de generación de empleo".
Durante el encuentro, el Consejo Rector ha propuesto a Martínez Lizán reforzar las políticas de apoyo a la integración cooperativa, así como la necesidad de poner en marcha medidas para fomentar el relevo generacional, atrayendo a jóvenes al sector de tal manera que las cooperativas puedan seguir creando riqueza en el mundo rural. También se ha hecho balance de la primera campaña de la nueva PAC destacando la necesidad de hacer ajustes de cara a la próxima campaña para corregir los problemas habidos en la tramitación de las ayudas o la monitorización de las parcelas. Para próximos meses, desde la organización se considera necesario trabajar conjuntamente para modificar los requisitos de acceso a las ayudas al olivar tradicional que han dejado fuera a una parte importante de los olivares de más bajo rendimiento y mayor valor medioambiental de la región o la revisión de los eco regímenes para adaptarlos a nuestra agricultura regional.
Sobre el sector del vino, el Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias ha destacado la importancia de impulsar la creación de una nueva interprofesional vitivinícola regional como herramienta del sector para poder tomar decisiones que ayuden a la regulación del mercado o un plan ambicioso de impulso de los vinos de la variedad de uva airén, como variedad autóctona de la región que permite obtener vino de alta calidad.
Respecto al sector del pistacho y el champiñón, se ha planteado la puesta en marcha del Plan Sectorial del Pistacho y la creación de una figura de calidad de este producto, así como un Plan Sectorial para el Champiñón con una línea de apoyo a la modernización de las instalaciones de este cultivo, fomento de la incorporación de nuevos cultivadores jóvenes y el impulso de una figura de calidad que reconozca la calidad y la diferenciación del sector del champiñón de comarca de La Manchuela albaceteña y conquense.
Si bien la consejería de Agricultura no tiene competencias en materia de agua, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de que la Consejería ayude al sector agroalimentario regional para impulsar medidas que permitan seguir manteniendo las explotaciones agrarias de regadío de forma sostenible. Y es que, para seguir produciendo alimentos, es necesario el agua.
