Se trata de la laguna más pequeña, después de La Taza. Tienen una forma redondeada-ovalada y su perímetro es de 894 metros, una superficie de 3,72 hectáreas, un ancho máximo de 165 metros y largo máximo de 308 metros. Es quizá una de las lagunas de mayor aceptación turística y donde más visitas aparecen, debido a su fácil acceso y a la existencia de servicio de restauración y hostelería. De este enclave parte la carretera a Ossa de Montiel que permite poder ver la Quebrada del Toro y la Cueva de Montesinos -inmortalizada por Cervantes-.
La zona derecha de la laguna se encuentra de fácil acceso rodeado de árboles y zonas de sombra, mientras que la parte izquierda de la laguna se encuentra bloqueada pos barras travertínicas propias de estas lagunas.
La laguna Redondilla marca en principio el estado de salud de las aguas de las lagunas, pues cuando las lluvias no han sido adecuadas el ritmo del complejo lagunar de La Redondilla suele secarse completamente, por lo que sus niveles marcan el ritmo del movimiento del cauce de las lagunas en su conjunto.
La Quebrada del Toro es una reciente ruta creada, que se encuentra a 1,4 kilómetros de la carretera de la Ossa dese su enlace con la carretera de Ruidera y se trata de una grieta profunda entre dos formaciones, producidas por un movimiento sísmico que separó dos masa compactas rocosas y proporciona una ruta por una pasarela entre dos macizos de rocas y en cuyo final en alto proporciona unas vistas de gran belleza de las lagunas. Esta formación hasta al fecha era un basurero y hace cinco años se ha rehabilitado para turistas. En la visita pueden observarse las características del terreno, pudiéndose observar inicios de la formación de estalagtitas y estalagmitas, así como distintos fósiles y algunas cavidades con formaciones cristalinas acumuladas. La visita es interesante, aunque pronunciada y aunque gran parte de su recorrido está habilitado con pasarelas y apoya manos, la diferencia de altura es considerable. El espacio es de unos 5 metros en su mayor anchura, una profundidad de 25 a 30 metros y una longitud total del recorrido de 400 metros.
Por otra parte la visita a la Cueva de Montesinos parece también obligada pues reúne unos requisitos muy interesantes, además de la fama que le dio Cervantes al hacer pasar una noche de sueños a don Quijote en esta cueva. en un sueño que le parecieron tres días. La cueva está declarada Bien de Interés Cultural desde el año 2017 y dispone de una entrada principal con una oquedad a flor de tierra que se utilizaba de refugio para paseantes y comerciantes que se comunica con la llamada Gran Sala y varios espacios más en el que se pueden contemplar una multitud de murciélagos y en el fondo la laguna se encuentra una corriente de agua.
La cueva tiene unos 45 metros de fondo y unos 59 metros de anchura. Tienen visita guiada y en las inmediaciones de la entrada existe un monumento de don Quijote y Sancho. La profundidad de la cueva es de 80 metros. Por los restos de metales y abalorios encontrados cabe pensar que en sus cercanías hubo población romana.
