Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Unión de Uniones comparte las conclusiones del informe publicado por prestigiosos expertos economistas agrarios[i] en el que se concluye que el sistema de precios de entrada que aplica la UE a las importaciones de frutas y hortalizas debe mantenerse en vigor y mejorar su eficacia para los productos menos perecederos. Frente a la competencia desleal de ciertas importaciones, la organización pide que se refuerce con instrumentos complementarios.

Los autores del informe “The Import Effects of the Entry Price System”[1] establecen entre sus principales conclusiones, que el mercado europeo de frutas y hortalizas se rige por una normativa compleja. El Sistema de Precios de Entrada (EPS) contingenta las entradas a la UE fijando un precio mínimo para los productos importados con objeto de evitar desestabilizaciones en los mercados internos con el fin de limitar el comercio y estabilizar el mercado comunitario. Su funcionamiento es complejo y, si bien supone una barrera comercial que confiere cierta protección a nuestros mercados y a sus producciones, en el caso de las menos perecederas (por ejemplo, manzanas, peras o limones) su eficacia es menor.

Unión de Uniones señala, no obstante, que el sistema actual de precios de entrada no ha sido capaz de evitar importaciones que han tensionado a la baja los precios internos. El caso de las entradas de tomate procedente de Marruecos y las sospechas de fraude en el funcionamiento, es un claro ejemplo de ello. En este sentido, la organización coincide con los autores del estudio preconizando un nuevo enfoque que permita la elaboración de un índice de precios sintético y sencillo, basado en la evolución de los precios intracomunitarios. Además, Unión de Uniones considera que el sistema de recogida de datos sobre precios debe mejorarse y garantizarse su rigor y veracidad. “En situaciones de verdadera crisis, las medidas de reequilibrio del mercado no se han desencadenado porque los precios oficiales recogidos no se correspondían con los precios reales percibidos por los productores”, señala la organización.

Por otro lado, la simplificación del sistema es especialmente relevante para las negociaciones comerciales internacionales en las que participan la Unión Europea para que las posibles preferencias comerciales que puedan concederse a países terceros resulten adecuadas y respeten el principio de preferencia comunitaria, pilar fundacional de la UE.

“Estamos consolidando el modelo agrícola más ético y exigente del mundo, con un coste económico importante para los productores y los consumidores” subrayan desde la organización “y es necesario protegerlo”. Por este motivo Unión de Uniones considera que el EPS debe reforzarse, dotarlo de mayor transparencia en su aplicación y complementarse con otros instrumentos con controles en frontera más escrupulosos y con la implantación de cláusulas espejos en todos los acuerdos comerciales para que los productos importados cumplan las mismas condiciones que los europeos en materia de salud, medioambiente y sanidad animal y vegetal.

El Estado español debe impulsar estas reformas en la Unión Europea y mejorar sus competencias en cuanto a la vigilancia de las importaciones de países terceros a través de nuestros puestos de entrada. Estas son también cuestiones que Unión de Uniones reclamará en la tractorada que ha convocado para su concentración en Madrid, frente al Ministerio de Agricultura, el próximo 21 de febrero.

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