En nombre de los sindicatos sanitarios, presentó un manifiesto reivindicativo Francisco Ariza Trigueros, del sindicato CSIC, que representaba a todos los sindicatos y a todos los trabajadores.
Recordó la brutal agresión sufrida por tres sanitarios en el Hospital de Tomelloso, calificando de lacra estas actuaciones, pues a lo largo del año 2018 se han producido 6.384 agresiones en España, un 15 por ciento más, además de otros 85 casos de insultos y amenazas que lo han sufrido un setenta por ciento de mujeres.
Expuso que detrás de todos estos sucesos se encuentra un entramado causal con dolor y sufrimiento de los pacientes y se ha apostado por el nombramiento de un Interlocutor Policial Territorial Sanitario y la calificación de “atentado contra la autoridad pública” a las agresiones y amenazas, que aun así ha resultado insuficiente, y, aseguró, que es necesario tomar más medidas para dar seguridad a lo sanitarios y a los pacientes, para lo que se ha presentado el siguiente manifiesto:
Activar la puesta en marcha del Interlocutor Policial Territorial Sanitario en todas las Comunidades Autónomas.
Que las agresiones tipificadas como delitos contra la autoridad tengan la misma consideración en todo el territorio nacional.
Que las Administraciones Sanitarias promuevan campañas de sensibilización y concienciación a la sociedad, con cuidados a los servicios y que promuevan campañas de prevención de agresiones.
Que las agresiones sean consideradas como delitos contra la autoridad, tanto pública como privada.
Que las amenazas e insultos sean considerados como agresiones, por su incidencia en la calidad de las asistencias y establecer un protocolo de actuación ante las agresiones en Centros Públicos y Privados.
Que las Administraciones Sanitarias tomen medidas especiales para aquellos casos de sanitarios que hayan sido agredidos con anterioridad.
Que las Administraciones Sanitarias establezcan programas de formación para que los profesionales adquieran las competencias necesarias para prevenir y, en su caso, afrontar situaciones de riesgo o de conflictividad.
Establecer un Registro Nacional de agresiones sanitarias para conocer con rigor todos los datos y establecer un mapa de riesgo para una mejor actuación.
Por último quiso destacar que la calidad asistencial y la plena confianza entre sanitario y paciente no se debe ver empañada por un problema de violencia.
En relación al suceso del Hospital de Tomelloso explicó que cuando se encuentra en una situación como la de un compañero lesionado y agredido en el suelo se produce una escena que no se es capaz de solucionar porque es muy difícil reaccionar de ninguna forma racional.
