Antonio Merendón Mondéjar constituyó una figura extremadamente curiosa y merecedora de este artículo, porque su corta vida fue tan trepidante y acelerada que solamente pudo realizarla una persona de gran vitalidad y energía.
Nació en Dos Barrios (Toledo) en el año 1849 y murió en Porzuna (Ciudad Real) en el año 1873, por lo tanto solamente tuvo 24 años de vida.
Merendón, que era como se le conocía, era hijo de una familia bien establecida, pues su padre ejercía de médico y cirujano en la localidad de Dos Barrios, provincia de Toledo. A los pocos años se trasladaron a Madrid. Allí, Antonio Merendón eligió hacer la carrera militar y se inscribió en la Escuela de Cadetes con 14 años. Para llegara a ser soldado se le exigían una serie de requisitos y entre ellos era tener que estar dos años sin poder vestirse de militar, y después de asistir a muchos cursos y clases, se cansó de esperar, por lo que decidió utilizar otro sistema que fue apuntarse como soldado voluntario en el Batallón de Madrid en el que estaba obligado a permanecer durante seis años. Fue destinado a la isla de Cuba, donde pasó por los ascensos de Cabo segundo y luego a Cabo primero.
A partir de ese momento comienza una vida completamente de locura. Era una persona indisciplinada para pertenecer a un cuerpo donde la obediencia era estrictamente necesaria. Sin embargo, Merendón nunca llegó a cumplir completamente las estrictas órdenes militares. Estuvo dos días sin aparecer y no ir al pase de retreta y por haber robado con violencia en el almacén. Fue acusado y condenado a seis años, internando en un penal y le fue afeitada la cabeza. No cumplió porque se produjo la Guerra Larga en Cuba, y fue liberado, aunque dejado pendiente la pena. Por su labor militar fue ascendido a sargento 2º y posteriormente a sargento 1ª, por numerosas acciones militares. No obstante, por su inconstancia y desobediencia, fue acusado de insubordinación por no querer participar en algunas de las acciones militares y fue degradado a soldado. Participó en otras acciones en las islas en Puerto Príncipe. Como consecuencia fue reconocido con el galardón de Benemérito de la Patria. Posteriormente estuvo hospitalizado en dos ocasiones y continuando con sus actuaciones fue distinguido con la Cruz Roja sencilla de plata del Mérito Militar. Ya en 1871 fue declarado inútil para el servicio de armas por pérdida del ojo derecho y fue licenciado, regresando a España.
Todo esto con solamente 22 años. Y aún le quedaban otros dos años de vida intensa.
Nada más llegado a España se le ocurrió solicitar una reclamación de indemnización como alférez, inventándose un historial y falsificando firmas. Una vez descubierta la falsedad se dio orden de caza y captura para su persona. Huyó al monte escondiéndose en la zona de Toledo y formando una patrulla del bando carlista en la época de la tercera Guerra Carlista.
En la partida de hombres formada entraron desertores y bandoleros y la fundó en el Ventorro de San Isidro en las proximidades de Madrid. La partida fue progresando de militantes teniendo varias escaramuzas con las fuerzas republicanas y posteriormente fue nombrado Jefe del estado Mayor Carlista de Castilla- La Mancha, llegando a disponer de 25 infantes y 50 soldados, para posteriormente finalmente a reunir 100 hombres y 160 caballos, que algunos indican que llegaron a 400. Llegó incluso a pasar a Sierra Morena y entrar en la provincia de Córdoba.
Sin embargo, en un combate con las fuerzas republicanas en la localidad de Porzuna, una bala terminó con su vida.
Sus comentaristas y biógrafos indicaban que fue un hombre noble y un guerrero honesto con sus prisioneros, pues les ofrecía pasarse a su lado y, si no lo admitían, los libraba y solamente reconocía que mandaba matar a aquellos que habían sido verdaderos asesinos y criminales.
Hay que tener en cuenta que esta persona solamente vivió veinticuatro años de los que realmente vivió solamente activo desde los catorce años- solamente diez años-, lo que produce una sensación de haber vivido con gran intensidad y a gran velocidad.
"Recopilado de distintos informes Internet y trabajo del Francisco Asensio Rubio, Catedrático de Geografía e Historia. Ciudad Real."
