La biografía de este bandolero es impresionante y al menos cubierta de bastantes actividades a lo largo de su período de bandolero, pero a pesar de su azarosa vida, sin embargo murió de viejo y de muerte natural, habiendo pasado por suficientes peligros en los que estuvo a punto de morir. Fue el último bandolero de los montes de Toledo.
Nació en el año 1852 en la localidad ciudadrealeña de Navas de Estena, siendo recadero en los primeros años de su vida, hasta que su familia se trasladó a Fuente del Fresno.
Existen dos versiones de las razones por las que se fue al monte.
Una primera que habla que estando cuidando cabras tuvo un incidente con el dueño lo que le obligó a esconderse y otra versión que dice que se enroló para irse a las posesiones españolas de ultramar y a última hora desertó, por lo que fue buscado por las autoridades.
Su primer hecho delictivo se produjo asaltando a un viejo en su casa robándole una manta, un cuchillo y una pistola. Se mantuvo escondido con otros furtivos en una cueva de la sierra de Valtravieso.
Un punto importante en tener en cuenta en su biografía fue la suerte que tuvo al descubrir en los montes perdido a un muchacho que resultó ser el hijo del general Prim. El bandolero preguntó quién era y le dijo que era hijo del general y Moraleda llevó al muchacho hasta la finca del general llamado “Los Castillos” y allí le dejó sin entrar, porque le indicó al muchacho que no podía entrar porque era bandolero.
Como consecuencia de la guerra de los carlistas, parece que Moraleda se enroló en partidas de una tal Cura de Alcabón estando en esas partidas hasta que terminó la guerra. Un vez finalizada prosiguió con sus actividades de bandolero uniéndose a otros famosos bandoleros conocidos como los famosos “Juanillones” y los “ Purgaciones” que, conjuntamente, realizaron numerosos actos delictivos entre ellos el secuestro de do Pedro Gómez Quintanilla, por lo que consiguieron un rescate de 4.000 reales. También se cuentan entre sus actos el asesinato de un carrero que quiso defenderse del asalto y murió.
Y, otra no menos importante fue el asalto que se produjo presentándose en el mismo pueblo de Fuente del Fresno asaltando al alcalde, familiares y otros vecinos, maltratando a muchos de ellos hasta conseguir las joyas y el dinero.
Siguieron su ruta de procesos delictivos y decidieron asaltar en 1880 el tren de Villacañas, pero la Guardia Civil conocía sus intenciones y en una pelea con armas y disparos la Guardia Civil mató a casi todos los componentes de la banda a excepción de “Los Juanillones”, “Los Purgaciones” y Moraleda, pero al final son apresados escapándose uno de los “Juanillones” y Moraleda.
Después de largos recorridos por montes, consiguen ambos llegar a Portugal donde se instalan como comerciantes con el cargamento de monedas y dinero que habían robado desde sus comienzos.
A los quince meses son detenidos como consecuencia de que el “Juanillón” estuvo escribiendo cartas continuamente a su mujer, envíos que fueron detectados por la Guardia Civil. El gobierno portugués concedió la extradición siempre que no fueran ejecutados.
Juzgados fueron condenados a 114 años, ocho meses y un día de prisión. Moraleda se casó en la misma prisión con su prometida, de nombre, Bejerana de Navahermosa, con la que tuvo una niña. Posteriormente paso al penal de Ceuta y dos años después le concedieron el régimen abierto trabajando en un comercio. Pasó al penal de Santoña en 1911 y fue puesto en libertad en 1923 con 71 años de edad.
Regresando a su pueblo pidió apoyo al marqués de Castillejos, precisamente el joven que salvó en el monte, quien le proporcionó trabajo como encargado de las bodegas del castillo. Finalmente murió en 1936 a los 83 años.
