Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Aunque denominamos guerrillero a este personaje, y a otros que en realidad si lo fueron, las hazañas de este personaje fueron más de heroísmo y genio español que de cualquier otro calificativo. Este personaje se dedicó durante un período de tiempo en luchar contra las tropas francesas que habían invadido España con numerosos actos de asaltos, celadas y escaramuzas que llegaron a tener bastante preocupados o incluso temerosos a las tropas francesas.

 La historia de guerrillero de Francisquete, que así le conocían en su pueblo natal, Camuñas y que en realidad se llamaba Francisco Sánchez Fernández, solamente duró tres años, durante los cuales fue el azote de las tropas francesas. Los motivos principales fueron los actos cometidos por las tropas francesas contra los españoles y personalmente por la muerte de su hermano.

Francisquete había nacido en la localidad toledana de Camuñas en 1762, se casó en 1785 y tuvo seis hijos. Su profesión era la de cartero por sus dotes del manejo del caballo que le permitía desplazarse con facilidad por los pueblos vecinos.

En una refriega de los franceses apresaron a varios españoles y, para darles escarmiento y asustar a los vecinos,  colgaron en la plaza pública a los apresados.

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Contra este asesinato los vecinos quedaron indignados y pensaron en pelear y luchar contra los franceses haciendo algunos ataques para cortar el paso de los franceses hacia el sur.

La verdadera razón de Francisco fue como consecuencia de un hecho que produjo una rabia importante. En 1809 un antiguo concejal del ayuntamiento de Camuñas había mantenido un pleito con el hermano de Francisco y este concejal se había afrancesado y acudió al pueblo a por su hermano Juan Pedro, que lo evitó asesinándole. Como consecuencia de este hecho las tropas francesas buscaron a los hermanos por los montes y estos, acuciados por los franceses, se  defendieron en su casa de Camuñas convirtiéndola en un verdadero fortín, pero a pesar de ello tuvieron que huir, con la mala suerte de que su hermano cayó herido y se entregó con la condición de seguir vivo, pero no fue así, resultó colgado en el Molino Viejo, hoy llamado Molino de la Unión.

Desde aquel entonces Francisco juró que no pararía nunca hasta hacer sufrir a los franceses, aunque no tuviera que comer ni beber, a lo que se ha llamado “Juramento Guerrillero”, mientras que los franceses seguían ajusticiando a los españoles y colgándoles en la casa consistorial.

Y así lo cumplió, visitó varias localidades y consiguió reunir unas treinta personas que se dedicaron a realizar toda serie de ataques impidiendo en lo posible el avance de las tropas francesas hacia Andalucía.

Entre sus hazañas más importantes nos encontramos con la captura a los franceses de treinta toros que pensaban torear y que al final se torearon por los españoles en la plaza de Ajofrín (Toledo). Otras acciones fueron dirigidas al estandarte francés de sus tropas, los famosos Dragones, que eran tropas especializadas en estos menesteres de lucha guerrillera. En otra ocasión  acompañó a personalidades españolas en su desplazamiento hacia Andalucía y especialmente muy activo en detener a las caravanas francesas que llevaban avituallamiento a sus tropas, donde era un especialista. Por todo ello fue nombrado teniente coronel de la guerrilla. 

En definitiva era tal su actividad que cuando atacaba a alguna tropa francesa, los gabachos decían: “Cuidado, que viene el tío Camuñas”, tal es la fama que adquirió.

Finalmente en una última ocasión fueron cercados en el castillo de Belmonte y aunque trataron de defenderse terminaron perdiendo y Francisquete fue herido y apresado para finalmente ser fusilado en el año 1811, tendiendo 49 años de edad.

El general francés decidió que fuera enterrado en la Iglesia de Belmonte y que se le enterraran con sus armas, dándole tratamiento de honores militares.

En su pueblo natal, Camuñas, tiene dedicado un busto en su honor y todos los años se celebran tres días de fiesta en conmemoración suya.

Y como les resultará conocido quién no nos ha dicho alguna vez nuestras madres o abuelas para asustarnos “que viene el tío Camuñas”, pues ya sabemos de dónde viene la frase.

También se suele utilizar la frase: ”pareces al tío Camuñas” como una persona desastrada y en Asturias el tío Camuñas vive en los tejados o en los desvanes para asustar a los niños.

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