Esta laguna es de las más bonitas y espectaculares del total de las Lagunas de Ruidera. Es muy larga, de aproximadamente 1.300 metros, con una anchura de 250 metros, un perímetro de 2.842 metros y una superficie de 20,61 hectáreas. Su peculiaridad estriba en que en su recorrido todas las aguas se encuentran encajonadas entre paredes calizas con colosales barras travertínicas características de estas lagunas. Es bastante profunda e inconfundible con sus colores verdeazulados de sus aguas.
Al estar protegida por las muros calizos no se encuentra prácticamente ningún tipo de vegetación en todo su recorrido y únicamente encontramos especies vegetales en las zonas no húmedas que forman las terrazas travertínicas y donde abundan especies de todo tipo, tanto de terrenos calizos como de terrenos nitrificados en las proximidades de la carretera. Los accesos a la laguna son limitados por la peligrosidad de aproximación por las barras tobáceas, aunque existe alguna zona habilitada, pero su contemplación no pasa desapercibida para el visitante.
En las barras travertínicas que hacen de pared entre ambas márgenes de las aguas se encuentran fallas en la roca con oquedades y fisuras calizas y donde se dice que se refugiaban obreros de las centrales eléctricas y que se han venido a denominadas las Cuevas de Madrid, aunque son los Hongos de las Lagunas de Ruidera o Chozos de la Lengua que permitían descansar estos trabajadores e incluso reposar.
Estas chozas en las rocas tenían forma de hogo con una cúpula visible y en su parte baja una pequeña oquedad pero suficiente para tomar la sombra y descansar. En estas cavidades u hongos se han encontrado petroglifos (grabados en las paredes o rocas) en las paredes como cruces y exvotos, lo que indica que es posible que además de descanso o refugio se utilizaba posiblemente como oratorio. Se encuentran ubicadas en el margen izquierdo y son perfectamente distinguibles cuando el nivel de las aguas baja.
El recorrido es llano pon poca pendiente y las aguas terminan evadiendo las barras travertínicas y pasan en forma de cascada a al siguiente laguna que no es otra que La Salvadora y que en los momentos de abundancias de agua, forman una imagen clásica, quizás de las más fotografiadas por los visitantes, junto con el Hundimiento. Tanto el paso del agua de la Laguna Redondilla a la de la Laguna Lengua, como de ésta a la Salvadora, pasan por encima de las barras travertínicas y forman bellas y pequeñas cataratas, que en años de fuertes lluvias se convierten en verdaderos saltos de agua continuos a la ancho de su superficie que proporcionan unos paisajes de gran belleza y que merecen la pena observar.
En estos pequeños artículos que elaboramos para mejor conocimiento de las lagunas y, en este caso particular, sería enorme el número de plantas que durante el recorrido podemos encontrarnos, tanto en las zonas calizas, como en los márgenes de la carreteras y cunetas.
Daremos algunas de las más características, haciendo la salvedad que también lógicamente existen en otras lagunas y lugares similares, pero sí por su representatividad y abundancia.
Entre las próximas a zonas húmedas o incluso sumergidas encontramos:
Ranunculus baudotii: Ranúnculo de agua
Ranunculus trichophyllus: Ranúnculo greña.
Scirpus holoschenus: Junco churrero
Stipa lagascae: Espadaña de cerro
Polygonum amphibium: Poligono anfibio. Flotando en el agua.
Verónica anagallis-acuatica: Berros.
Rumex bucephalophorus: Acedera.
Paronychia capitata: Nevadilla,
como las más peculiares y a continuación hacemos un grupo de plantas que se encuentran, tanto en zonas calizas como en terrenos nitrificados.
Petrorhagia prolifera: Clavelina
Silene nocturna: Silene
Erysimum myriophyllum: Erisimo
Hornungia petraea: Mastuerzo de piedras
Cytisus scoparius: Retama negra
Limonium echioides: Acelguilla espinosa
Sherardia arvensis
Cuscuta epithymum: Azafranillo
Echium plantagineum: Chupamieles
Omphalodes linifolia: Ombliguera
Teucrium pseudochamaepytis: Pinillo bastardo
Bellardia trixago: Gallocresta
Plantago lanceolata: Lantén mayor
Valerianella discoides: Canónigos rosas
Crepis vesicaria: Achicoria
Scorzonera laciniata: Amargallos
Senecio gallicus: Árnica falsa
Senecio vulgaris: Hierba cana
Aphillantes monspeliensis: Junquillo