Se encuentra en un cerro pelado inmediato al pueblo de Alhambra en la provincia de Ciudad Real a 800 metros de altitud, con una superficie de 100 metros cuadrados de superficie, al que se accede a través de un empinado camino en mal estado de conservación.
Historia
Parece deducirse que el castillo proviene de la época de los Omeya ( hacia año 700). En 1085 ya se mantuvieron batallas entre moros y cristianos. Alfonso VII, lo conquistó a mediados del siglo XII y Fernando II lo dio a la Orden de Monte Gaudio. Tras la batalla de Alarcos en 1195 pasó a poder musulmán. Pero tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 Alfonso VIII volvió a conquistarlo. El mismo rey en 1214 la entregó a la Orden de Santiago, pero la importancia del territorio se debilitó y paso a compartirse con la Orden de San Juan y la Orden de Calatrava, con lo que se debilitó parcialmente y fue abandonándose, así como el núcleo de población que disminuyó considerablemente, porque la importancia del castillo quedo relajado por otros castillos de mayor trascendencia.
Edificación
Tiene forma ovalada. No dispone de foso ni barbacana alguna. Disponía de un camino cubierto que servía de protección. Está construida en piedra y en cal y canto, revestida de mampostería fina, con hiladas de piedra regulares, siendo la muralla de unos dos metros de anchura. Existe una puerta principal en aceptable estado que se encuentra en un recodo de la muralla, realizada con piedras de sillería y presenta un arco apuntado entre dos fuertes torreones. En el interior no existe nada construido. Existen saeteras y adarves que al ser circulares permitían un buen sistema defensivo. Se aprecia la existencia de un antiguo palomar adecuado con celdas construidas, adosado a la largo de parte de la muralla. En el cerro se han encontrado restos de enterramientos de la Edad de Bronce y de la Edad del Hierro. Se cree que existía un camino subterráneo que uniría el castillo con el pueblo.
Situación actual
A pesar de estar oficialmente protegido se encuentra en verdadero estado de abandono, sin que en los últimos años se haya realizado ningún tipo de restauración.
