Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Las actuales Oficinas Comarcales de Extensión Agraria que todos conocemos tienen su propia historia y, aunque su estructura y su forma de funcionamiento no es el  mismo que cuando se crearon, sí conservan sus primitivos orígenes y sus primitivas funciones, aunque con variaciones lógicas producidas por la evolución intensiva de la agricultura y del progreso de las distintas poblaciones dedicadas  a la agricultura y ganadería.

Por todas conocidas en el sector agrario las primitivas Agencias de Extensión Agraria realizaban una labor de desarrollo y apoyo a los agricultores que facilitaban las posibles soluciones a la distinta problemática que se produce en las explotaciones agrarias y ganaderas.

El origen de este organismo proviene de las experiencias similares desarrolladas en determinadas zonas de Estados Unidos, de tal manera que muchos de los asesores del concepto de extensión agraria provienen de los conocimientos y resultados obtenidos por este tipo de actividades en esa nación.

El Servicio de Extensión Agraria,(en adelante SEA),  se creó en el año 1954, como un organismo autónomo dentro del Ministerio de Agricultura llamado  Dirección General de Capacitación y Extensión Agraria, que más adelante se separaba en dos secciones: el propiamente de Extensión Agraria y el de Capacitación.

El SEA tenía como objetivo principal divulgar a los agricultores  las distintas técnicas y prácticas agrarias a las diferentes poblaciones para incrementar los conocimientos de las nuevas prácticas que poco a  poco se iban introduciendo en las mejoras de las técnicas de cultivo.

Este proceso de traslado de información y prácticas agrarias  se consiguieron mediante la creación de las Agencias de Extensión Agraria que se comenzaron a implantar en el año 1956 por la implantación en distintas localidades de España de oficinas específicas en determinados pueblos que atendían además a poblaciones limítrofes.

Las primeras Oficinas se crearon en la Región de Galicia y aunque solo sea por curiosidad comentaré que la Agencia número 1 de España fue en la localidad de Negreira en La Coruña y que en el año 1956 se abrieron las primeras 10 Agencias y durante los seis años siguientes se pasó a la cifra de 26, llegando a instaurarse una media de 11 agencias cada año durante los años sucesivos hasta 1985, llegando a existir la cifra de 759 Agencias de Extensión Agraria en todo el territorio nacional, lo que supone que cada Oficina atendía a una media de 11 pueblos, a los que habría que  incluir pedanías.

Las actividades de la Agencias de  S.E.A. estaban divididas en cuatro apartados: el trabajo y actividades sobre las explotaciones agrarias; la atención a los hogares familiares; la labor con la juventud rural y los aspectos relacionados con las actividades de tipo comunitario que se denominaban Desarrollo de Comunidades.

En sus inicios esta labor se conseguía mediante la incorporación en cada oficina de un llamado Jefe de Agencia y un Agente Ayudante, al que se incorporaron, las llamadas Agentes de Economía Doméstica para atención a desarrollos comunitarios y a las familias  y además siempre un auxiliar administrativo que era contratado generalmente en la  misma localidad, aunque posteriormente se realizaba mediante un proceso selectivo.

 Así conformado el mapa de oficinas, nuestra actual Castilla–La Mancha estaba unida en la demarcación realizada por entonces con Madrid de tal forma que se denominaba “Submeseta sur” con una total de 89 Agencias del SEA distribuidas según el siguiente cuadro:

Submeseta Sur Agencias Comarcales
Albacete 14
Ciudad Real 16
Cuenca 15
Guadalajara 15
Madrid 12
Toledo 17

En total Castilla-La Mancha dispone de 77 Agencias Comarcales, algo más del 10 por ciento del total de las existentes en España, con una proporción similar entre las distintas provincias (13-15).                               

 De forma muy resumida diremos que las actuaciones con las explotaciones agrarias iban dirigidas a mejoras en las técnicas y prácticas de los cultivos con la ideología y definitiva frase de “aprender haciendo”, tan llevada en la mente de los distintos agentes.

La actividad en las familias se realizaba mediante actividades de tipo laboral y de hogar con mejoras en las dietas, cursos de labores, alimentación y otros.

La labor con la juventud se llevaba a cabo mediante cursillos de aprendizaje y otras modalidades de enseñanza.

Los desarrollos comunitarios consistían en actividades colectivas de forma general como arreglos de caminos, traída de aguas, diseños de pistas, agrupaciones de cultivo en común, agrupaciones de venta en común y otras.

Realizada esta breve reseña indicaremos que el tema es mucho más amplio y extensivo y deseamos tenga aceptación para poder remitir varios artículos en el futuro.                      

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