Basándonos en datos estadísticos que hemos relacionado en anteriores artículos, volvemos a intentar realizar una aproximación a lo que podría ser la capacidad de almacenamiento de Tomelloso en sus cuevas, considerando una cifra global aproximada de 610 cuevas del tipo que estudiamos, aunque según explicaremos más adelante existieron más de esta cifra, calculando que pudieron ser unas 2.200 en total de todo el período de almacenamiento de vino en cuevas y haciendo la hipótesis que todas pudieran haber funcionado al mismo tiempo en una sola campaña.
Como siempre hemos partido de los datos fehacientes obtenidos de las 610 cuevas visitadas y anotadas con sus capacidades en el momentos de la visita, lo cual puede indicar que el volumen que obtengamos pueda ser ampliado, ya que en muchas de las cuevas no existían las tinajas totales del momento de verdadero funcionamiento, no coincidente con la visita realizada, desapariciones producidas por roturas y ampliaciones en algunas de las cuevas.
También hacer la observación que estos datos estimativos están tomados de las cuevas que en nuestros archivos están consideradas como domésticas, calificativo que hemos atribuido a las que realmente formaban parte del mantenimiento económico de las familias, sin que existiera algún aspecto comercial de negocio o como almacenamiento económico de las otras cuevas que también tenemos detectadas , pero que hemos obviado en el trabajo y que también disponemos de sus datos y hemos preferido separarlas de la estadística. Por tal motivo es evidente que los datos que se aportan son menos de los que en realidad estamos indicando y, como es natural, no pueden tomarse como ciencia exacta, pues sería cuestión de una trabajo en mayor profundidad, pero sí muy estimativo y referente que nos puede ampliar la verdadera importancia de nuestras cuevas y su repercusión en el movimiento vinícola de Tomelloso.
Es necesario precisar que tomamos como opción la cifra total estimada de estas cuevas prorrateando la media con una estadística comparativa real de 610 cuevas con datos verídicos.
Comenzando con la estadística comentemos que las mencionadas cuevas estudiadas disponían de una capacidad media de 916 hectólitros de vino, lo que supone una media de unas 5.726 arrobas de vino y utilizamos arrobas porque es la medida más práctica para entendernos mejor, aunque no la más técnica. De esta manera estas cuevas podían almacenar si hubieran llenado sus depósitos en una misma campaña una cifra de 558.917 hectólitros de vino, lo que supondría unos 79.845.285 kg. de uva.
Ni que decir tienen que estos datos están referidos a 610 cuevas, que si hiciéramos el planteamiento de las 2.200 cuevas en un año en que hubieran podido funcionar todas, la capacidad de almacenamiento de nuestras bodegas familiares pasaría a la cifra de unos 239.538.857 millones de kilos de uva.
Lógicamente estamos exponiendo datos estadísticos y no datos reales, sin embargo si podemos aportar e incluir que Tomelloso ha llegado a obtener un almacenamiento de 1.500.000 hectólitros en los años 80 correspondientes a 525 cuevas, incluyendo en este caso las bodegas también, que supone una producción estimada de 200.000.000 de kilos de uva en una campaña de aquellos años.
La capacidad media de las tinajas de barro y de cemento se encuentran en una proporción de 4 veces más número de tinajas de cemento que las de barro y que las cifras medias en las tinajas de barro se encuentra en la cifra 300 arrobas (4.800 litros) para las de barro y de 600-700 arrobas (9.600-10.200), para las de cemento.
El tramo de almacenamiento para nuestras cuevas domésticas se sitúa entre la más pequeña de 240 arrobas (14.400 litros) hasta las cuevas de hasta las 2.500-3.000 arrobas (40 – 48.000 litros).
En cuanto a la capacidad de las tinajas lo más frecuente en el caso de las construidas con barro son las de 250-300 arrobas, mientras que en las de cemento se sitúan entre las 500 -800 arrobas e incluso mayores, pero en pocas cuevas de este tipo.
Otro aporte que podemos exponer se refiere a la importancia del las cuevas de agricultores modestos con las de empresas comerciales y almacenistas, ya que el volumen almacenado por las grandes bodegas supone un 70 por ciento del volumen acumulado por las pequeñas cuevas de los agricultores medios.
