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Cuadernos Manchegos
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“Ama-Mazu. Entre el azul y el blanco”, es una inquietante historia que nos hará recorrer el mundo con el alma en vilo, nos hará reflexionar y emocionarnos a lo largo de sus 236 páginas llenas detalles de ambientes y latitudes, donde transcurren tramas que, la autora, va tejiendo con delicadeza y con mucho ingenio una gran alfombra donde se entremezclan, como los hilos multicolores, los personajes y sus vidas. Las protagonistas de la obra conforman un elenco protagónico femenino que se presenta con gran elegancia y respeto a sus circunstancias sociales y culturales, mujeres fuertes y luchadoras, en un desarrollo pleno de valores como el amor, la amistad, la familia o el compromiso social como es la lucha contra la trata de personas, que también entraña la trama. Esta novela es la segunda de Aurora Rey Aragón, y su cuarto libro.

Intervenciones

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El acto magistralmente conducido por Gema Pérez Pinto, se iniciaba con la intervención de Carmen Quintanilla Barba, Vice presidenta de la Unión Europea de Mayores de Europa y presidenta nacional de Afammer, quien dijo que Aurora Rey Aragón, “tiene una pluma maravillosa”, destacando que con su anterior novela, “La niña que soñaba en azul, recorre la vida de mujeres marcadas y estigmatizadas por una sociedad que no las entendía, por una sociedad que las aparca” y ahora en su nueva novela, “Ama-Mazu. Entre el azul y el blanco, Aurora recorre con sus personajes desde Asia al Valle de Alcudia, con unos personajes maravillosos, que en cada frase del libro te enseñan a vivir, es una novela que retrata la vida misma en cada una de sus páginas”. Quintanilla finalizó elogiando la figura de la escritora, “creo que algún día se escribirá con mayúsculas la vida de Aurora Rey “.

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Tras la intervención de Carmen Quintanilla, fue el turno de Miguel Ángel Rodríguez, Diputado en las Cortes de Castilla La Mancha y escritor, quien al igual que hizo la anterior ponente, elogió la obra y figura de Aurora Rey Aragón, compartiendo todo lo dicho por Carmen Quintanilla, también, dijo estar encantado de ser la cuota masculina en una mesa “donde estoy rodeado de grandes mujeres” esperando estar a la altura. El Diputado y escritor reflexionó sobre la novela que se presentaba y su autora de la que dijo que era una privilegiada, pues vive muchas vidas, “vive su propia vida y las vidas de los personajes que crea, además, Aurora tiene la virtud de que esas vidas que ella misma ha creado, nos las ha sabido dar a los demás, haciéndonos participes de esos amores, de esas aventuras y de esas circunstancias”, añadiendo que “estamos ante una gran novela”, de la que elogió tanto el diseño realizado por Cristina Puentes, como el trabajo editorial de Ediciones C&G.

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Carmen Cervera, Presidenta de Afammer Almodóvar del Campo -Valle de Alcudia, fue la siguiente ponente en el orden de intervención y confesó ser una gran lectora que tuvo la suerte de haber leído “capítulo a capítulo el manuscrito que Aurora le había dado escrito a mano, donde contaba una historia que a mí me pareció impresionante”, a continuación leyó un párrafo de la novela, con el que dijo sentirse identificada, en el que se relata una excursión al campo, como las que ella recordaba de su niñez.

Por su parte, Cristina Puentes Usero, autora no solo de la portada sino también del booktrailer que fue visionado, refirió que la complicidad con Aurora se empezó a gestar justamente hace algo más de un año y le agradeció haberle hecho parte del proyecto. Desde su faceta creativa, explicó que, al hilo del título, “ha buscado colores que trasladen paz y creatividad” y reconoció haber sido un gusto trabajar con la escritora.

Aurora Rey, inició su intervención con palabras de cariño al santo patrón de Almodóvar del Campo, San Juan de Ávila, quien también preside la fachada del Convento de la Merced, Museo que alberga la Sección de Bellas Artes de Ciudad Real y colindante con el Palacio de la Diputación, lugar donde Aurora Rey, vivió sus primeros días de vida, debido a que, por aquel entonces, su abuelo trabajaba de conserje en él y también tenía allí su residencia.

La historia que inspiró una alfombra de Macao

Aurora, quien confesó de inicio que “escribir un libro es maravilloso, sobre todo por tener esto que yo tengo aquí”, en referencia a encuentros tan cálidos como todos los que rodean sus presentaciones literarias, quiso encandilar a los asistentes con otra gran historia.

Su dulce y entonada oratoria abrió una dimensión paralela a ‘Ama-Mazu. Entre el azul y el blanco’ y se retrotrajo a una situación real vivida hace 30 años a pie de su domicilio familiar, con la visita de un comerciante llegado desde Macao, en el lejano Oriente.

La extraña visita dominical, al filo de la misa de las once y media de la mañana, de este viajante proveniente de la por aún colonia portuguesa, antes de pasar al dominio de China, circunstancialmente acabó dejando en casa de Aurora una gran alfombra de aquellas tierras, tejida a mano artesanalmente, y que, años después, ha levitado a las musas.

Sea como así dijo que fuere, Aurora Rey Aragón, presentaba esta nueva novela cual “se presenta a un hijo cuando acaba de nacer” y aunque “un libro no es un ser vivo, yo sé que está lleno de sentimientos”, apostilló.

Sentimientos, añadió, “que vibran y laten cuando el lector abre sus páginas, cuando las pasa y las ojea y va penetrando en el alma de cada uno de sus personajes y sin darse cuenta va penetrando también en el alma del autor”.

Sin ser continuación de ‘La niña que soñaba en azul’, su también autora valoró el interés de lectores que tenían ganas de más y, en particular, se decidió a raíz de una cita con jóvenes y muy curiosos estudiantes en plena pandemia, a quienes agradeció su empuje.

“No es una segunda parte, tiene protagonismo y vida propia, que se desarrolla en una época distinta y que viaja mucho”, dijo, para concretar que “sí tiene muchos guiños que, creo, responderán a muchos de los lectores que me lo pidieron”.

Eso sí, quiso “volver a escribir de mujeres y sobre mujeres para todos los lectores”, ahora tocando “algunos temas sensibles, duros, de los que miramos para otro lado porque no queremos ver ni pensar y nos preguntamos para qué, si no lo puedo solucionar”.

Asuntos espinosos, aunque “tocados con delicadeza y poniendo nombre, cara y corazón a sus protagonistas”, matizó, en un libro diría que “de amor a la familia, de amor filial, de amor entre hermanos, de amor entre parejas… y muchas veces el amor no va solo, sino acompañado del dolor”.

El punto final lo puso Gema Pérez Pinto, quien dijo que era “un día grande para la literatura gracias a personas como Aurora por regalarnos estas historias, a Cristina por hacer portadas que invitan a leer, al editor, por hacer realidad los sueños, a Carmen por preocuparse de que la cultura llegue a todas partes,  a Miguel Ángel, por su labor y se legado en forma de artículo o de libro, a Carmen Quintanilla por apostar siempre por la mujer, por la igualdad, por la literatura y a todos vosotros que hoy nos acompañáis, ya que un libro no tiene sentido, sino hay una persona curiosa que lo abra”.

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