Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

No me resulta fácil expresar todos los sentimientos experimentados en el día de hoy. Cuando a las cinco menos diez sonó la alarma para recordarme que como muy tarde podría remolonear diez minutos si quería estar puntual en la salida de María, poco imaginaba el devenir del día. Reconozco que estaba preocupada y nerviosa y no tanto por si María llegaba o no, pues eso ya daba igual, el mero hecho de afrontar un reto de estas características y solo reservado a personas valientes (pero de las muy valientes y que además le ponen voluntad y…. bastante humildad), mi preocupación descansaba en cómo se sentiría ella durante el recorrido, como respondería su cuerpo y su mente, así que salté disparada de la cama sin darle pábulo a la pereza.

Puntuales a la hora de salida estábamos María, con sus padres, su hermano, su familia, sus amigos, sus compañeros de tantas carreras, los ciclistas del club Tombike Tomelloso, la ambulancia de cruz roja con el médico, Paco, el enfermero, Juan y nuestro fisioterapeuta Eduardo, el concejal de deportes, Amadeo Treviño, los periodistas y por supuesto también las compañeras del Centro San Rafael, que no podíamos perdernos un acontecimiento tan importante, también para nosotros. A las 06:23 en punto salía María corriendo hacia el Santuario de Cortes.

Durante todo el recorrido ha estado acompañada en todo momento por ciclistas del club Tombike y también de familiares y amigos que han querido correr con ella distintos tramos del camino, entre ellos su primo Benja, Pablo, Ana Belén, Ángel, Maite, Elena, Rosa y Manolo. Por supuesto la ambulancia con los sanitarios, protección civil, sus padres, su familia, amigos y otros tantos en distintos coches que no hemos querido perdernos un día tan importante para ella… ¡y para todos!

Conforme María iba completando kilómetros los nervios iniciales que muchos teníamos se iban transformando en alegría contagiosa, y aún con prudencia, nos iba embargando la emoción de ir siendo conscientes de que todo estaba yendo muy bien, los tiempos eran inmejorables, su cuerpo respondía, su mente también, cada trote era incluso más firme y confiado que el anterior, su mirada al frente y su sonrisa en todo momento eran la mejor garantía de que, no sólo iba a conseguirlo, es que además ¡en mucho menos tiempo del inicialmente estipulado! Pasados los primeros cincuenta kilómetros ya vimos claro que no llegaría entorno a las seis de la tarde, como se había previsto, sino que podría ser mucho antes.

¡Y tanto! a las 15:06 llegaba a la cuesta del Santuario de Cortes, en donde se descalzaba, como quien pisa lugar sagrado, para emprender, humilde, el último tramo corriendo acompañada de Maite, Elena, Rosa y Manolo y de sus incansables escudera y escuderos en bici del Tombike Tomelloso. Creo que, en ese momento, todos los que estábamos allí hemos “descalzado” nuestra alma, sabedores de que también pisábamos terreno sagrado (y no me refiero sólo al “literal” suelo del Santuario).

Minutos después ¡rozando las nueve horas corriendo! ¡descalza! con sencillez y mucha humildad, como es María, llegaba a la cumbre, a las puertas del Santuario de Cortes, a la meta de una gesta que está reservada a muy pocas personas en el mundo, y me atrevo a decir que en la historia. Y allí fue el abrazo más hermoso y sincero, el de sus padres y la emoción (y las lágrimas) de todos los que hemos tenido el regalo y el privilegio de poder estar allí esperándola y compartir con ella este momento tan especial ¡Nunca lo olvidaremos María!

Mil millones de gracias a cuantos habéis ayudado a qué María hiciera realidad hoy su sueño, en especial a sus maravillosos padres, a los que adora. Habéis hecho posible que podamos disfrutar todos los que la queremos.  

Y millones de gracias, María, por haber elegido “correr para no olvidar”, bien sabes que tu esfuerzo no será en vano, que ya has conseguido poner el foco de atención en tantas familias que conviven diariamente con el Alzheimer y las demencias y que necesitan recursos especializados, como es el caso del Centro San Rafael.

María ruta Cortes

María ruta Cortes

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