Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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La de ayer fue una noche de reconocimientos, recuerdos, y muchas emociones en la Feria y Fiestas de Tomelloso. El Teatro Municipal ‘Marcelo Grande’ acogió el acto de entrega de los Viñadores 2022, que celebraba sus bodas de plata. 25 años que, dijo la alcaldesa, Inmaculada Jiménez, “dan para hablar mucho de la excelencia que envuelve a estos títulos” con los que cada año, coincidiendo con la celebración de la Semana Grande de la ciudad, se homenajea a los hijos, hijas, colectivos, entidades y empresas de Tomelloso que destacan en los ámbitos de la Economía, la Agricultura, la Cultura y la Acción Social, este año otorgados, a Rafael Martínez “El Chino”, Huevos Becerra, el Café de la Glorieta y Claudiu Mihaila, respectivamente y en especial al Viñador de Honor, que este año ha sido para Fundación CERES.

La gala, presidida por la alcaldesa y los tenientes de alcalde Iván Rodrigo y Francisco José Barato estuvo envuelta en la poesía de Félix Grande, Paca Aguirre y la hija de estos, Guadalupe Grande, como hilo conductor, de la mano de la presentadora, Cristina Marín y rindió homenaje al creador de las distinciones, el que fuera alcalde de la ciudad, Ramón González, que recibió el título de “Viñador de Honor” en 2017. La alcaldesa entregó a la viuda, Mercedes Moya, una placa como reconocimiento a un alcalde que demostró “que la persona está por delante de la ideología y de los apellidos, que el bien común es la mejor de las guías para servir a tu pueblo y que no importa el color, porque lo que importa es el proyecto, y el proyecto común es Tomelloso”, expresó la alcaldesa. La nota musical la pusieron Marieli Blanco al piano y José Manuel Osuna al saxo.

El acto contó con la presencia de la Corporación Municipal, la directora general de Agricultura y Ganadería de la Junta de Comunidades, Cruz Ponce, el consejero de la embajada de Rumanía en España, Madrinas y Padrino de la Feria y Fiestas 2022, familiares y amigos de los galardonados y una amplia representación del tejido social, cultural y empresarial de la localidad.

Ser Viñador, "una responsabilidad todos y cada uno de los días"

Durante su intervención la alcaldesa destacó “la entrega, el trabajo por la perfección, la humildad, el riesgo, la grandeza, el voluntarismo y el tesón”, como rasgos que definen a los tomelloseros y tomelloseras y que reflejan también el espíritu de las distinciones de “Viñador” y “Viñador de Honor”. Unos valores que, añadió, “deben arraigar en las generaciones presentes y venideras”.

Ser “Viñador” “es una responsabilidad todos y cada uno de los días”, recalcó Inmaculada Jiménez, que implica “hacer honor a Tomelloso, profesar y pensar con los mejores valores de nuestra propia idiosincrasia y estar dispuestos a arrimar el hombro como el que más, para trabajar en labrar el futuro que ennoblezca el honorable pasado de nuestra ciudad”.

Del “Viñador de Honor”, título que concede directamente la alcaldesa cada año y que este año recibía Fundación CERES destacó que ha supuesto “un antes y un después en la vida social de Tomelloso”. Supone por ello, dijo, “un orgullo, respeto y admiración” entregárselo. Jiménez repasó la trayectoria de la Fundación desde su creación en 1997, afirmando que hoy es “una de las mejores fundaciones de España y un referente en Castilla-La Mancha” y que está siempre “al servicio de la urgencia y los problemas de verdad, sin preocuparse por lo material”. Alabó así su trabajo dirigido a ayudar a las personas de los colectivos más vulnerables, en materia social, sociosanitaria, educativa y de empleabilidad. “Personas que han llegado sin nada, sumado a grandes problemas personales, sale del centro empoderadas para enfrentarse a los problemas cotidianos, y muy importante, formadas y con trabajo”, afirmó la alcaldesa. Sus programas sociosanitarios, de empleo y formación y su Comunidad Terapéutica son ejemplo de ese trabajo.

La alcaldesa felicitó también al resto de los premiados destacando “el trabajo bien hecho” desde 1.980, de Huevos Becerra, empresa de “éxito” gracias a un trabajo “ingente y loable” de sus fundadores José María y Vicente Becerra Ponce y hoy, del hijo del primero, José María Becerra García y de todo el equipo humano que le acompaña. Destacó también la popularidad de Rafael Martínez “El Chino”, fundador de “una de las carnicerías con más solera de Tomelloso” e “icono” para los tomelloseros y tomelloseras, “gracias a la calidad de sus productos, al trato amigable y de hermanamiento que se produce en cada una de las visitas y compras en la carnicería, del ambiente distendido y los chascarrillos de Tomelloso de los que siempre ha hecho galardón Rafael Martínez, padre, y ahora su hijo Rafa, al frente de la gerencia de la misma”.

Destacó también la apuesta por la cultura, por la calidad musical, artística y literaria de las programaciones del Café de la Glorieta, que con Álvaro Candelas hasta hace unos años y Javier García, ahora “es punto de encuentro hacia la eternidad, laboratorio participativo de la cultura en Tomelloso”. En “El Cafetín”, como popularmente se conoce a este emblemático local, “se crean lazos estrechos y vínculos especiales con la atmósfera que lo envuelve: los músicos de jazz en sus paredes, el olor a café, la música de fondo de Charlie Parker, sus paredes impregnadas de las palabras y confidencias de miles de personas que han pasado por este templo”, afirmó la alcaldesa.

De Claudu Mihaila aplaudió su “implicación directa y desinteresada” en la ayuda a los colectivos y personas vulnerables de la localidad durante la pandemia con campañas de recogida de alimentos, distribución de fármacos o reparto de equipos de protección en centros residenciales de mayores, entre otras acciones o las campañas de recogida de alimentos y material no perecedero, en las que está involucrado para ayudar a la gente de Ucrania.

Un trabajo que la embajada de su país en España quiso reconocer públicamente enviando al acto a uno de sus consejeros que trasladó al galardonado la felicitación del Embajador, poniendo en valor los méritos de Mihaila.

Los galardonados

Emoción, afecto, trabajo, recuerdo y agradecimiento son algunas de las sensaciones que dejaron las intervenciones de los galardonados de la noche y de sus padrinos. Con emoción recordó a su padre José María Becerra García, que fue apadrinado por su tío, Vicente Becerra. Se confesó “afortunado” por haberle tenido a su lado “como padre y como jefe” y por el legado personal y empresarial que le ha dejado. Agradeció además el trabajo de todo el equipo que forma parte de la empresa, desde la persona que cuida los animales de la granja avícola, a su persona de confianza en las oficinas.

Emoción también y muchas lágrimas, por el recuerdo de sus hermanos y por el momento que estaba viviendo, hubo en la intervención de Rafael Martínez “El Chino”, que apenas podía hablar y en las de su hijo y padrino en la gala, que habló de los orígenes del negocio familiar y de la valentía y honradez de su padre y expresó el agradecimiento a las clientas de la carnicería.

Halagados y emocionados se mostraron Álvaro Candelas y Javier García por el “Viñador” con el que fueron distinguidos en el ámbito de la Cultura. El primero compartió la distinción con Mª Victoria Lozano, “alma mater del Café”, con su familia, con sus hermanas y con el recuerdo de su madre; compartió la alegría con su amiga Alicia García, con Daniel González, con Javier García y su familia, con las personas que han trabajado en el Café, con los artistas “que ensanchan” su actividad, con los clientes “que consideran el Café como propio” y con su hijo Diego “cuyo trabajo ha sido de compañero” y, por último, dedicó el galardón a su padre, “que fabricaba tijeras de podar para los viñadores de Tomelloso en la fragua, a tijera y martillo”.

También Javier García mostró su agradecimiento por este “Viñador” en el ámbito de la Cultura, sobre todo a quienes les votaron, a los clientes “por su apoyo, por sentirse en el Café como en casa y transmitirnos esas sensaciones”; a los artistas que pasan por él; “a Álvaro por confiar en mí” y “a mi esposa María Inmaculada”.

Les apadrinó el sobrino de Álvaro Candelas, el actor Álvaro Márquez Candelas,

La noche de emociones se completó con las intervenciones de Claudiu Mihaila, apadrinado por Valentín Ramírez, “la persona que me dio la primera oportunidad al llegar a Tomelloso ofreciéndome mi primer trabajo, aunque no sabía nada de las laboras del campo, haciéndome sentir como un tomellosero más” y de Toñi Valverde, presidenta de Fundación CERES, que casi sin poder hablar por la intensidad de emociones del momento, agradeció el galardón del que hizo partícipe a todo el equipo de la entidad. “Es un honor que nos impulsa a seguir trabajando” y supone mucho por lo que representan la palabra “Viñador” de “trabajo, esfuerzo, constancia y sueños”.

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