Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

El equipaje de su lectura responde a la sensación y sensibilidad de la autora que deja aflorar en cada uno de los poemas la sustancia y estatura que en María Teresa Lozano es carta de vida desde su preocupación por los anclajes  que define en el primer poema con el que se abre el poemario bajo el título “De paso” Poema definitorio de su visión interior sobre la vida y su andadura a través de los años.  Y en esa misma línea se hace presente “retrato de infancia” con “aldabas de recuerdos y,  con amor de pan y  azúcar” homenaje a la madre en cada uno del os veros del poema.

Conforme se lee en cada uno de los poemas hay otras presencias que solo la autora conoce y a las que con su misterio y encanto nos abre la puerta verso a verso para adentrarnos en la íntima zozobra de su interior de mujer y poeta.

En poesía no existen las distancias, tampoco destinatario ni relación con el entorno aunque es cierto que ese entorno se cuela en este libro que vadea, poema a poema el dolor y el firmamento del cielo que vemos y, de ese otro cielo que María teresa Lozano, conoce, sueña y muestra en los callejones y la lluvia con frío y miedo hasta conseguir  encender luces en una casa vacía: palabras del poema “A la desesperada”, donde como en otros de sus poemas deja luz a pesar de la crudeza del momento.

Hay tristeza en el equipaje de la poeta sobre todo cuando doblan las campanas por el amigo desaparecido  que dedica “A Eugenio Serrano” uno de los mejore poemas de este libro, lirico y bello en su hermosa sinceridad.

La segunda parte del libro reúne bajo el título “Hoy sé que moriré sin saciar tu sed” poemas de intensidad amorosa donde probablemente criba desasosiegos y encuentros cuajados de  esa vuelta al amor desde la quietud de su propio corazón, apoyada en “el alfeizar de su ventana” Esa ventana por donde ella se yergue y crece al escribir sus versos.  Pero éste libro no es para desgranar verso tras verso el ropaje poético por el que ha nacido es, para leerlo, poco a poco, empaparse y volver a él cuando  veamos a un “Hombre solo” y nos traiga a la memoria alguno de estos versos encerrado en el papel del libro  porque en su lectura entrará septiembre y esas pinceladas del otoño, como María Teresa Lozano nos dice, “guardadas en el desván del tiempo”  Este tiempo ahora es suyo y de las  ilustraciones de la pintora  Almudena  Becerra Lozano, su hija, que ha creado láminas de suaves ocres para así adentrarnos en ese otoño de sol dorado que es lo que ilumina el libro.

En el Prólogo, José López Martínez, sabiamente, empieza diciéndonos a los lectores, que el libro es una sorpresa para los lectores; cierto. Aunque no lo es para aquellos que siguen los poemas de María Teresa Lozano en las redes digitales y, le dice sin trampa ni engañosas palabras de falso halago, que el camino emprendido es “áspero y sacrificado”: bien lo sabe el Maestro que él es. Así lo suelo llamar. José López Martínez, sabe que es cierto y así lo considero por su trayectoria de escritor, poeta, narrador y periodista en su fecunda y dilatada obra escrita, además de sus muchas conferencias a lo largo de España y el extranjero en actividad constante día a día. Felicidades por elegirlo para el bautismo de este libro y porque además es un tomellosero ilustre conocido y reconocido aquí, y fuera del solar donde nació.

Compartir el bautismo de el libro “Ligera de equipaje” en el día de su presentación en Tomelloso, en la Casa de Cultura que lleva el nombre de un gran novelista Francisco García Pavón, en los días donde se conmemora su nacimiento, es un honor por ser ellos dos, prologuista y autora, amigos entrañables a los que quiero y admiro. No dudo que a este libro seguirán otros  de María Teresa Lozano, porque tiene bagaje para ello y muchos otros versos en su itinerario poético.

 


‘Ligera de equipaje’ está editado por Editorial Letrame.

Natividad Cepeda