Presentamos este ejemplar de búho al que pertenecen distintas especies similares y muy conocidas como el Búho real, el Autillo, el Cárabo, los Mochuelos y otros.
Normalmente este grupo de animales son de costumbres nocturnas o, al menos, crepusculares, mientras que el resto del día permanecen escondidos en los árboles.
En general son carnívoros y se alimentan de topos, topillos, ratas, ratones y animales, aunque también puede alimentarse de insectos, reptiles y anfibios que los suelen engullir enteros, para, después de un proceso digestivo, expulsar por la boca unas pelotas con los restos no digeridos y que técnicamente se denominan egagrópilas que quedan como restos y que sirven para que los zoólogos puedan poder identificar la especie al mismo tiempo que determinar el tipo de animales de las que se abastece.
En este caso tratamos de determinar algunas características de un búho que podemos encontrar con facilidad en la comarca de Tomelloso y que llamamos Búho chico.
BÚHO CHICO (Asio otus)
Este animal dispone de las características propias de estas especies por disponer de un espeso plumaje, dos ojos frontales y la posibilidad de poder girar la cabeza en su totalidad. De cerca no ve con distinción, mientras que su eficacia de lejos es manifiesta y especialmente nocturna. Dispone esta especie de unas prolongaciones faciales que se llaman penachos y que se confunden con que sean orejas cuando en realidad son simples prolongaciones que pueden ocultar a capricho, ya que los verdaderos órganos de audición se encuentran en los laterales de la cara y ocultas.
Son conocidos los sonidos que por la noche producen estos animales que intentar marcar su propio territorio donde residir y, a partir de ahí, los machos comienzan a lanzar una llamada a las hembras que repiten para dar mayor certeza a su futura pareja, hasta que se reúnen y lo primero que hacen después del enlace es localizar algún nido ya existente de otras aves como los de urracas, cuervos y similares, aunque también se aprovechan de oquedades en los árboles. Una vez seleccionado el nido lo cubren con pajas, acículas de pinos y/o hojas de plantas.
La puesta la realiza la hembra en estos nidos y suelen poner unos 4 a 6 huevos, que tienen forma redonda y son blancos. En poco menos de 30 días salen los pollitos con un intervalo de dos días, por lo que la diferencia de tamaño entre los primeros nacidos y los últimos es bastante considerable, lo que hace que los nacidos con posterioridad tengan problemas de falta de alimentación.
Aproximadamente a las tres semanas los pollos abandonan el nido, aunque se reúnen juntos en el mismo árbol o en las mismas ramas y se les aprecia dando pequeñas saltos en las ramas.
La situación sigue progresando y terminan formando un verdadero grupo familiar durante un tiempo, incluso llegado el otoño.
Cuando llega el tiempo frío, en nuestra zona, los búhos chicos se reagrupan en verdaderos grupos familiares de forma común, donde pasan el invierno.
*** El Búho chico se encuentra prácticamente en todos los países del mundo y en España está especialmente ubicado en el centro y oeste de la península.
*** Los búhos chicos son muy celosos y cuidadosos de su nido, ya que el macho se coloca cerca del nido donde se encuentra la hembra y, si existe algún peligro, el macho se encarga de pelear fieramente con el posible atacante.
*** Los penachos faciales o “falsas orejas” no siempre pueden verse, ya que las pueden ocultar con facilidad en ciertos momentos.
*** Los pollitos parecen bolas de algodón, pues los plumones completan su cuerpo y son de color blanquecino.
*** Los búhos chicos tienen pocos depredadores y su vida útil puede oscilar entre 5 a 15 años.
