Seguimos estudiando las distintas mariposas (Lepidópteros en término técnico) que nos podemos encontrar en cualquier momento de primavera y verano en nuestros campos y lugares de vegetación: en sitios camperos, chalés, casas de campo y demás lugares expuestos al medio ambiente natural.
Muchas de ellas pasan desapercibidas porque el insecto adulto - la mariposa - ni tiene unos colores apreciables a nuestra vista y no se las presta atención alguna. Sin embargo, suele ocurrir que esa escasa diferenciación del insecto adulto, sea distinta en las larvas - gusanos - , que podemos ver también entre las hojas y plantas de tierras, céspedes y jardines y sin embargo tienen una belleza especial por sus coloridos.
Se hace necesario comentar que todos los animales de cualquier clase tienen sus propios sistemas defensivos genéticos. En el caso de las mariposas los sistemas que disponen para rechazar a sus posibles enemigos o que les permita permanecer escondidas puede ser variable dependiendo incluso de la especie. Así, podemos mencionar: el mimetismo es un sistema de ocultarse al aparentar semejanza con distintos formas de la naturaleza; los colores vivos también ahuyentan a enemigos; los revoloteos frecuentes, rápidos y multidireccionales también evitan los ataques de los propios enemigos; la expulsión de olores o líquidos por distintas partes del cuerpo, impiden que los posibles enemigos naturales desistan de atacarlos.
En la mariposa que presentamos ocurre lo mismo, como veremos por las fotografías y su biología.
Catocala nymphaea.-(Esper).- Esta mariposa corresponde a la familia más abundante entre los lepidópteros que no es otra que los Noctuidos.
El insecto adulto - la mariposa - dispone de unas alas superiores de colores oscuros sobre fondeo grisáceo con dos bandas quebradas de color negro y sobre una de ellas una mancha blanquecina. Las puntas de estas alas están dibujadas con una línea blanquecina. Al alzar el vuelo su pueden apreciar las alas inferiores de un color anaranjado con dos bandas quebradas de color negro.
Las larvas - gusanos - son de una color grisáceo y dos bandas amarillas laterales, así como una banda central también amarilla más ancha y está repleta en los dos laterales y en toda su longitud con puntos negros-anaranjados (verrugas) y pilosidad lateral. La cabeza es grande con puntuaciones dispersas de color blanco y, como todas las mariposas, las larvas disponen de dos apéndices terminales que les permiten sujetarse y quedar adheridas. Las larvas tienen cinco pares de patas abdominales, y camina encorvando la parte central del cuerpo. Estas larvas se mimetizan aparentando ser una rama y sus sistema defensivo consiste en dejarse caer del árbol para luego volver a ascender y además, cuando es molestada realiza movimientos convulsivos muy rápidos con el cuerpo.
Los huevos se depositan en el suelo o bien en los troncos de los árboles y es capaz de poner hasta 200 huevos
La crisálida es de color marrón con polvo blanquecino y puede encontrarse en distintos emplazamientos como el tronco, las hojas o incluso en el suelo.
La mariposa es de costumbres nocturnas y le gusta la luz, por lo que en las noches es frecuente encontrarla pululando cerca de las lámparas y focos de luz. Durante el día pasa escondida entre las ramas y troncos de árboles, lo que le permite servir de camuflaje el color y tono de sus alas anteriores. La larva se alimenta de hojas de distintas plantas, aunque preferentemente son las encinas y coscojas donde más se localizan y donde constituyen una verdadera plaga por la voracidad de las larvas.
Su ciclo biológico resumido es: El invierno la pasan en estado de huevo en el suelo o en el tronco de los árboles. Las larvas aparecen hacia principios de primavera y suelen estar hasta finales de junio, convirtiéndose en crisálidas en los propios árboles. A los veinte días salen las mariposas que completan el ciclo.
Existe también en nuestra zona otra mariposa también muy similar y con iguales costumbres, siendo muy difícil de identificar en relación con la aquí expuesta y se trata de la Catocala nymphagoga.
Se encuentra presente en todos los países mediterráneos y norte de África en las zonas de bosques de encinas y coscojas.
