En nuestra vida cotidiana nos encontramos con aspectos curiosos que pasan desapercibidos para las personas relacionadas con el medio ambiente y que, sin embargo, resulta interesante conocer y disponer de información por encontrarse incluidos dentro de la dinámica de las especies vegetales que nos rodean y que sus especiales peculiaridades se hace necesario tener en cuenta para tener una curiosa perspectiva de las plantas que cotidianamente observamos en nuestra paseos y recorridos.
Ya en anterior artículo publicamos y describimos muchas plantas silvestres y cultivadas en parques, jardines y veredas que se utilizaban técnicamente como plantas medicinales de las que se obtienen diversos productos de utilización medicinal y dispensa farmacéutica. En este caso tratamos de la utilización indiscriminada y sin control, así como por simple contacto o rozamiento o consumo directo de alguna de las partes de estas plantas.
En este artículo exponemos una serie de plantas tanto cultivadas en zonas de recreo como silvestres que están clasificadas como venenosas para el hombre, bien en algunos casos directamente por contacto, como utilizadas para diversas actividades como drogas y estimulantes que pueden producir bastantes problemas en su utilización.
Pasamos a describir cerca de una decena de ellas que nos podemos encontrar en nuestros lugares de esparcimiento, así como otras de los campos y tierras cultivadas, algunas de ellas muy conocidas tanto por los ciudadanos urbanos como por parte de los agricultores.
Insistimos en que son plantas que se encuentran catalogadas por los expertos como plantas venenosas y añadimos que todas las fotografías son propias y realizadas en nuestra comarca de Tomelloso.
Anagallis arvensis
Planta silvestre de nuestros campos, ribazos y linderos de una bonita flor y conocida con el nombre de Murajes.
Esta planta se utilizaba antiguamente como tratamiento de la epilepsia y trastornos mentales.
Su simple contacto puede ocasionar problemas en la piel con problemáticas dermatitis y también irritaciones en la mucosa intestinal y sus semillas resultan venenosas.
Es una planta cosmopolita, pequeña, anual, de flores con cinco pétalos rojas, aunque también las hay de flores azules.
En nuestra zona se encuentra en los campos de cultivo, linderos, tierras incultas y también parques y jardines.
Conium maculatum
Esta planta de la familia de las umbelíferas es la tan conocida y famosa como Cicuta, de la que todos tenemos referencia por ser la que produjo la muerte por envenenamiento al gran filósofo Sócrates de en el añ0 399 a.C.
Esta planta prefiere lugares y zonas húmedas, próxima a cauces de agua donde alcanza un gran crecimiento. Forma unas umbelas con flores de color blanco.
Su consumo produce una enfermedad conocida como “cicutismo”, que produce diversos síntomas como coloración azul de la piel, problemas de visión y convulsiones detectadas por vértigo, dolores de cabeza, bajada de la temperatura corporal, disminución de la intensidad de los músculos que finalizan con parálisis.
La potencia tóxica de la cicutina contenida en sus granos es muy intensa.
En Tomelloso la hemos encontrado en distintos lugares, pero especialmente en zonas de humedad continua, cercanía de acequias de riego, zonas encharcadas, charcas y ribazos de zonas del Pantano de Peñarroya, donde es abundante.
Bryonia dioica (cretica)
Muy abundante en nuestras zonas de monte bajo, en la sombra de árboles y matorrales de encinas y carrascas, donde su presencia es inconfundible.
Pertenece a la misma familia botánica que los melones y sandías, es decir, a las cucurbitáceas y prefiere terrenos calcáreos y es dioica con plantas de distinto sexo.
Es una planta enredadora que tiene tallos angulosos y erizados y que se enredan a las plantas mediante zarcillos arrollados en espiral. El fruto es una baya de color rojo, lo que produce que se la conozca con el nombre común de nueza.
Los frutos pueden producir distintos síntomas como irritación gastrointestinal, vómitos, diarreas, incluso puede llegar a producir un colapso cardiaco, con la posterior muerte.
