También es conocida como cardo borriquero. No podíamos dejar de describir esta planta tan característica de nuestras zonas de monte y cunetas de carreteras por su altura y por qué no decirlo por su porte como un guerrero armado en posición de firmes. Se trata de una planta que acompaña y forma parte del paisaje manchego.
Características botánicas
Pertenece a la anterior familia conocida como Crucíferas, hoy denominadas Asteráceas.
Planta herbácea, robusta que alcanza gran altura, con tallos alados, grisáceos y vellosos. Hojas alternas, grisáceas, sentadas, decurrentes, sinuoso – dentadas y espinosas. Flores en grandes capítulos, abrazados por brácteas lineares acabadas en espinas. Corola de flores tubulares color púrpura. Frutos gris oscuro y vilano de color rojo pálido. Suele ramificar en varios tallos de los que generalmente persiste uno.
Características Generales
Planta espectacular por su gran desarrollo, que inunda los ribazos, bordes de caminos y cunetas a partir del mes de mayo y durante todo el resto del verano.
Su crecimiento puede llegar a alcanzar hasta dos metros de altura.
No es exigente en cuanto a terreno y calidad del suelo, comportándose en cualquier situación y lugar, aunque preferentemente se adapta mejor a los suelos calizos.
Forma parte de la vegetación de Castilla-La Mancha, yendo unida al paisaje popular.
Curiosidades
Su nombre latino de Onopordon acanthium, proviene de la palabra Onopordon , que literalmente quiere decir pedo de burro, por la propiedad que se atribuye a esta planta de producir en los animales que la comen esta ventosidad, especialmente burros, de ahí su apelativo de cardo borriquero. Por otro lado la palabra acanthium quiere decir espinoso.
Existe otra planta similar que se puede confundir por tener las mismas características y es el Onorpordon nervosum, cuya diferencia principal es que mientras las hojas y tallos del Onopordon acanthium son vellosas y lanosas blanquecinas, las del Onopordon nervosum no tienen esta vellosidad.
También podemos encontrarnos con otra especie de forma muy similar que es el Onopordon coruymbosum, que se diferencia de las anteriores porque no tiene vellosidad en las hojas y tallos y además sus capítulos tienen muchas espinas y siempre una más larga que las demás y sus capítulos proceden de varias ramificaciones en el tallo.