Es un reptil endémico de la Península Ibérica y únicamente ausente en la parte norte.
Cuerpo corto de sección redondeada, recubierto de escamas lisas y brillantes, extremidades pequeñas con cinco dedos. La coloración es pardo amarillenta a violácea, con una banda vertical oscura. Los costados tienen bandas oscuras, separadas por una línea más clara. El vientre es de coloración blanquecina con reflejos azulados. La cabeza es triangular ensanchada, parecida a los lagartos y lagartijas. La hembra es de mayor longitud que el macho.
Vive escondido en escondrijos entre las piedras y otros lugares. Se mueve durante los amaneceres y al atardecer. Son ovovivíparos. Realizan un parto al año y tienen de 1 a 6 crías y duran de 3 a 4 años. Suelen aparecer desde al mes de marzo hasta septiembre y se encuentran ocultos en piedras preferentemente Están en proceso de desaparición, puesto que es una especie que requiere unos condicionantes media-ambientales muy determinados.
Se alimentan de coleópteros, arañas, hemípteros y larvas de insectos.
Como depredadores tienen los ofidios, aves y mamíferos.
En la comarca suele encontrarse en pedregales no muy expuestos al sol y donde abunda la vegetación, no estando próximo a los lugares donde existen movimientos humanos y se habitúan a localizarse en zonas protegidas del exceso de sol. No es fácil encontrarlos en pedrizas, ni majanos, pero sí en grupos de piedras sueltas de pequeño tamaño.
