Aunque podamos pensar que nuestra situación en plena llanura manchega podría inducirnos a una climatología extrema, la realidad es que no es tanto como nos parece y como se nos atribuye y en este artículo tratamos de explicar someramente cuáles son nuestros condicionamientos climatológicos.
La situación geográfica de la llanura manchega hace que las oscilaciones de las temperaturas y los accidentes climatológicos varíen de una forma distinta a otras zonas, pero nunca tan exageradas como se nos atribuye, pero sí reconocer que existen diferencias significativas con otras zonas. Pensemos que además de estar situados en una llanura, también nuestra ubicación en pleno centro de la Península hace que tengamos distintas condiciones en el transcurso de los años.
Por tanto las características propias de nuestra zona establecen estas diferencias que podemos resumir de forma muy simple en unos factores que son los que marcan nuestras temperaturas, nuestras lluvias y nuestros distintos accidentes meteorológicos.
Un importante factor que influye considerablemente es la lejanía cualquier zona montañesa que ya se ha insistido en muchas ocasiones, pues ello induce a la mayor o menor formación de vientos y de la aparición de nubes, que lógicamente son más escasas en nuestra zona que en otras más próximas a lugares de mayor altitud.
Otro de los factores muy a tener en cuenta es la influencia de la capacidad de irradiación con 2800 horas de sol al año y el consecuente calentamiento en las masas de tierra que influyen en la carga que puede llevar la atmósfera en cuanto al calor o la irradiación de humedad ambiente, datos que son importantes dentro de una zona como la nuestra.
Aunque evidentemente existen otros factores que influyen en la evolución de los accidentes climatológicos como las masas forestales, las zonas de secano y/ regadío, de acuerdo con estas premisas finalmente son los termómetros los que confirman estas expresiones y podemos decir que la temperatura media anual en Tomelloso es de 14-15 grados centígrados con una temperatura máxima recogida de hasta 42,6 grados en pleno mes de agosto, aunque la media real en pleno verano se sitúa en 25 grados. Efectivamente los termómetros no mienten, aunque tampoco dicen la verdad, porque esconden algunos datos, puesto que si la media diaria de un termómetro puede marcar, por ejemplo, entre 24 o 26 grados, según años en las que efectivamente durante el día las temperaturas suelen ser muy altas, no nos dicen las temperaturas nocturnas y su duración y/o tiempo de permanencia, que hay que tener en cuenta y si consideramos que la noche es una tercera parte del día y que en una media de 24-26 grados y unas temperaturas máximas durante el día de 35-40 grados, lo que nos suele ocurrir en el estepa manchega, es que las noches son verdaderamente de mucho calor, pero no solamente para las personas sino lógicamente para el medio ambiente y las plantas, a lo que se una la escasez de viento y tan siquiera de alguna leve brisa que pueda aliviar las condiciones de calor.
Esta consideración es típica y todas las campañas los resultados son los mismos. Además podemos añadir que hemos de distinguir dos estaciones que prácticamente desparecen como son la primavera y el otoño, estaciones termométricamente de muy poca duración. La primavera tienen una escasa duración en cuanto a temperaturas, pues las altas temperaturas se hacen notar ya en el mes de marzo, sin olvidar que pueden existir heladas incluso después, pero son las menos y que también nos ocurre con el otoño, especialmente porque el verano se suele prolongar en un par de meses incluso y el invierno se nos echa encima con facilidad.
Adjuntamos unos datos de temperaturas medias de más de treinta años de nuestra zona.
TEMPERATURAS MEDIAS MENSUALES
| Ene. | Feb. | Mar. | Abr. | May. | Jun. | Jul. | Ago. | Sep. | Oct. | Nov. | Dic. | |
| 5,9 | 7,1 | 9,51 | 12,5 | 15,9 | 20,4 | 24,9 | 24,5 | 20,5 | 14,4 | 8,9 | 6,1 |
Comprobamos como ya en temperaturas medias mensuales de más de 20 grados se recorren en cuatro meses y la amplitud térmica se establece entre 19 grados aproximadamente.
Estas situaciones producen el clima que todos conocemos y que disfrutamos a lo largo del año y, aunque existen precipitaciones, heladas, pedrisco y épocas de viento, lo más característico de nuestro clima es la elevada temperatura media a lo largo del año y calificado como de ambiente seco, ya que nuestras precipitaciones medias se encuentran en cifras de 420 mm. de lluvia al año, claramente deficitarias.
Luego lo que quizá sea más diferente de nuestra comarca a otras zonas de La Mancha e incluso de España es nuestro ambiente de sequedad, no solamente en verano, sino incluso en las estaciones donde se supone que deben ser más húmedas.
