Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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El cierre provisional del IES Juan D’Opazo de Daimiel, decretado este fin de semana por la Consejería de Sanidad, ha convertido a Ciudad Real en la primera provincia de Castilla-La Mancha en clausurar un centro educativo a causa de la Covid-19, hecho que ha llevado a CSIF a reflexionar sobre la aplicación de los protocolos de seguridad en colegios e institutos y a advertir que, si bien la mayoría se cumplen, existe una falta de comunicación entre las delegaciones provinciales de Educación y Sanidad que impide la realización de un seguimiento eficiente de los casos.

Para paliar esta situación, la Central Sindical exige a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM) el refuerzo de la vigilancia epidemiológica en el ámbito educativo y reclama a la Consejería de Sanidad el aumento de rastreadores y personal encargado de realización de pruebas PCR con el fin de agilizar los procesos de control y entrega de resultados, dos criterios que el sindicato considera indispensables para garantizar el mantenimiento del curso presencial y evitar que lo acontecido en Daimiel genere un efecto cadena en otros centros de la región.

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CSIF resalta que los esfuerzos de los equipos directivos de los centros de Ciudad Real por garantizar la seguridad de alumnos y trabajadores se ven mermados por la demora en la determinación a la hora de rastrear los casos positivos que surgen en las aulas, un procedimiento donde el sindicato advierte retrasos de diversos días hasta que se notifican los contactos estrechos y se inicia la realización de pruebas PCR.

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Según apunta la responsable del sector de Educación de CSIF Ciudad Real, Rocío Romero, esta situación resulta alarmante porque quebranta los esfuerzos de los centros de realizar una detección precoz y “propicia que los posibles contagiados no se aíslen a tiempo y puedan transmitir el virus a muchas más personas”. Además, la Central Sindical remarca que esto no solo dificulta la contención del virus, sino también la labor educativa, ya que algunos afectados afirman que no pueden regresar a las aulas tras finalizar la cuarentena preventiva porque, pasado el plazo, todavía no han sido notificados o no cuentan con el resultado de los test.

Frente a esto, CSIF reitera que el buen desarrollo del presente curso académico durante la segunda ola de la pandemia solo será posible si el refuerzo de los rastreadores se combina con una mayor coordinación entre las Consejerías de Educación y Sanidad y se aprueba una mayor inversión en recursos humanos y materiales.

De esta forma, el sindicato insiste una vez más en la urgencia de afrontar una mayor contratación de docentes, la incorporación de la enfermera escolar y la instalación de purificadores de aire con filtros homologados en los centros. Estos últimos, demanda CSIF, fundamentales para cumplir con las condiciones de ventilación de las aulas exigidas por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ante una inminente bajada de las temperaturas.

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