Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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En Tomelloso el proceso de las  mujeres embarazadas y sus partos ha sido el mismo que en cualquier otra población de España. Las mujeres han dado a luz sus hijos en su casa, en su propia cama  atendida por sus familiares y por las personas que tenían más experiencia en estas cuestiones y que siempre se las ha llamado y conocido como comadronas y/o parteras.

Durante muchos y muchos años, esta forma de traer al mundo la descendencia ha sido siempre de la misma forma, sin tener una atención médica anticipada, ni un seguimiento del proceso de gestación y mucho menos  de las posibles consecuencias que pudieran derivarse del parto posterior y solamente en los casos muy alarmantes se ha atendido de forma médica y profesional las situaciones más peligrosas.

Fundación Elder

La labor desarrollada por las famosas comadronas o parteras sería de elogiar, pues simplemente con una experiencia relativa y sin unos conocimientos técnicos adecuados han resuelto y facilitado la nacencia de muchos hijos en condiciones de mejora indudable.

Esta situación podríamos decir que en Tomelloso llegó a mermar y a disminuir hacia los años sesenta, cuando ya las mujeres embarazadas podían asistir previamente a las consultas de los ginecólogos en los hospitales.

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Así, en el año 1966, se instaló un edificio maternal en el colegio “José Antonio” de Tomelloso, donde eran atendidas por médicos y comadronas, dos practicantes y  auxiliares de enfermería que permitieron llevar un control del proceso de la gestación, así como poder determinar previsiones de la situación del parto. Este departamento o centro paritorio, como queramos llamarlo, constaba de unas siete habitaciones  de dos camas cada una para las mujeres embarazadas, una sala paritorio y además se incluía un pequeño comedor, un baño compartido y cocina. No era mucho, pero al menos las condiciones se mejoraron del punto inicial que se había partido.

En 1974 se tuvo al posibilidad de localizarlo en el centro de especialidades que se produjo como consecuencia del traslado de la desaparición de la Casa de Socorro al Ambulatorio de la Calle Concordia, hoy Centro de Salud 1, por lo que la labor  tanto de médicos, como de practicantes  en atenciones a la misma vivienda  realizaron una gran función. No obstante, los partos se realizaban en otros centros que sí disponían de paritorio y que estaban localizados en las poblaciones de Alcázar de San Juan, Manzanares o Valdepeñas que finalmente es donde tenían que acudir  las parturientas a dar a luz a sus hijos, lo que produjo una ya primera marginación por incumplimiento de promesa que se realizó en Tomelloso, que tenía los mismos derechos de la adjudicación de especialidades que las demás poblaciones, pero, no obstante, no se produjeron reclamaciones posteriores de las autoridades.

 Esta situación como todos conocemos dio lugar a que muchos hijos de Tomelloso tuvieran su nacimiento como habitantes de esas poblaciones en lugar de su lugar de residencia, con lo que los datos estadísticos de esas localidades no eran reales por sus registros civiles, que si comparamos con la situación que estamos comprobando es la misma referencia que podemos tener en el actualidad de las muchas cartillas de la Seguridad Social y expediente médico que aparecen como de otras poblaciones, cuando en realidad los enfermos son de Tomelloso, lo que evidentemente es una clara discriminación.

Ya con la instalación del Hospital en el año 2007 la situación actualmente ha cambiado en este sentido de las  mujeres embarazadas.

 

Como en nuestro artículo anterior, y con las posibles omisiones, ponemos los nombres de las personas que hemos localizado como personajes sanitarios que han intervenido y colaborado en ese período con este proceso del parto de las mujeres embarazadas.

Médicos: Raúl Castromil, Miguel Palacios y Federico Martínez en sus distintas labores.

Comadronas: Doña Hortensia, Doña Ramona, ”Mazoteras” y Doña Juanita.

Practicantes: Pilar Jaén, Víctor Bolós, Félix Pozuelo, Tomás Martínez, Joaquín Catalán, Vicente Parra, Luis y Emilio Lanuza, José María Moreno, Columbiano Ruiz, Tomás Coronado,  Pompilio.

Farmacias existentes en ese período de tiempo: Gerardo Casavé, Luis Martínez, Luis Menchén, Alberto Penadés, José de la Cruz, Martínez Acebal, Fernando Cañas, Encarnación Peitaví y que solían permanecer abiertas las veinticuatro horas del día, sin hacer turnos como ahora.

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