Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

El otro día se me ocurrió realizar una entrevista con el representante del sindicato de coronavirus en Tomelloso y muy gentilmente  me dio cita para precisamente hoy.

Me fui a su refugio que estaba localizado en un desván de una calle que no quiero decir su nombre para no dar pistas y allí me presenté con mi mascarilla doble y con  mucho miedo.

Llamé a la puerta y se me presentó  un ejemplar redondo poroso y cubierto de bolas de colores enganchadas con gelatina que, en un buen castellano, me dijo:

- Pase usted, que le atenderemos por haber tenido el valor de solicitarnos una entrevista, pero por favor, quítese la mascarilla que por ser nuestro invitado no vamos a proceder a realizarle ningún ataque personal.

Aunque la verdad es que no me quedé muy satisfecho, observé la pinta del coronavirus, y como tenía unas lucecitas azules, pues me supuse que no representaba ningún peligro.

- Bueno, dígame qué quiere usted saber de nosotros- me preguntó directamente el coronavirus azul.

Antes de  realizar alguna pregunta me fijé detenidamente y observé que a su lado se encontraba un coronavirus verde y otro anaranjado, que no me dieron buena sensación.

- Pues la verdad es que quería saber cómo se estaban ustedes comportando con los de Tomelloso, porque somos un pueblo trabajador y como sigamos así vamos a terminar todos en la ruina y me gustaría conocer los planes que ustedes tienen previstos de aquí en adelante.

- Pues lo voy a contestar con toda sinceridad. Nosotros tenemos las mismas costumbres que los humanos: necesitamos comer, alimentarnos, reproducirnos  y, a veces, descansar, aunque no siempre y con toda certeza le puedo contestar que los tomelloseros nos lo están dejando muy fácil.

- No entiendo bien los que quiere decir. Si pudiera explicármelo un poco mejor- intentando sacarle alguna información más.

- Pues es muy sencillo. Nosotros cuando nos trajeron aquí teníamos la necesidad obligada de alimentarnos, porque nos dejaron en su pueblo aislados y solos, así que salimos todos los días de patrulla, que llamamos de diseminación para ver cómo estaba el panorama. Nuestros informes dieron por resultado que tendríamos que actuar rápidamente  pues ya comenzamos a padecer hambre, por lo que, a nuestro pesar, nos fuimos a los más débiles que seguramente no presentarían ninguna resistencia y de esa manera ya conformamos un núcleo positivo de reproducción en Tomelloso. Quiero dejarle tranquilo en el sentido que después de superada nuestra primera fase ya solamente atacamos a las personas que se lo merecen y no atacamos de mala lecha a cualquiera, solamente a los tranquilos, a los despistados, a los que no creen en nosotros y a esos son a los que más atacamos, porque también quiero aclararle que son los que más facilidades nos dan.

- Pero, perdone que le interrumpa, los ancianos que fueron los primeros contagiados no eran de esas personas que usted me está nombrando y sin embargo fueron a por ellos y han hecho ustedes una verdadera masacre.

- Si, pero todo tiene su explicación. Vinimos unos pocos traídos por ciertos amigos humanos que nos dejaron en el estación y como éramos pocos teníamos que reproducirnos rápidamente para poder ser un grupo suficiente de elementos que pudiéramos vivir con holgura y en un pleno que hicimos nada más llegar, decidimos atacar primeramente a lo que más fáciles nos  eran, que como a usted  ya le he explicado antes eran los más viejos, bien es cierto que con cierta disconformidad de algunos componentes de la comisión que hubieran preferido atacar a los más jóvenes, porque la alimentación era más jugosa y sustanciosa.

- Desde luego me deja usted con la boca abierta ¿y no opinan ustedes que ya se han reproducido bastante y ahora deben calmarse un poco y vivir una vida normal, más tranquila para ustedes y menos peligrosa para los humanos.

- Pues sinceramente le tengo que negar esa oferta, porque como han empezado a tomar esas medidas tan restrictivas, nuestra población está disminuyendo poco a poco y no nos queda más remedio que progresas en nuestra reproducción para mantener nuestro nivel de vida.

- Pero… ¿le parece poco lo que han hecho?- ya pegunté con un poco de mal genio.

- Pues la verdad es que nosotros no hablamos de estadística como los humanos, ni a perder el tiempo en propuestas y planes. Nosotros vamos directamente al grano y como usted puede entender nosotros no somos geógrafos, ni hemos estudiado el tema de las divisiones administrativas de su pueblo, simplemente vamos y venimos y en cuanto encontramos una oportunidad la aprovechamos, sin ningún ánimo de lucro, nos alimentamos y nos escapamos a otro sitio para seguir pudiendo vivir, que, en los tiempos que corren, no es poco.

- Oiga… ¿y no podíamos llegar a un entendimiento y dialogar tranquilamente sobre este particular?

- Por  mi encantado, yo me puedo comprometer  si mi núcleo de componentes de la comisión me lo permiten, disminuir un poco nuestra alimentación hasta  quedarnos limitados  a una ración de sostenimiento, a condición que ustedes se comprometan a no seguir provocando, porque usted entenderá que continuar nuevamente que esos grupos en las casas, en las cafeterías, en las juergas al aire libre y en los establecimientos públicos  tan poco controlados, para nosotros es una provocación y, por lo tanto, es un  reto que no podemos dejar sin cumplir, así que ustedes verá, pero ya les aviso, que la patrulla de control que disponemos está todos los días dispuesta a comprobar que ustedes cumplen con su promesa.

- Y, por favor, una última pregunta, ¿de qué efectivos cuentan ustedes actualmente?

- Pues actualmente contamos con unos cien millones de gérmenes activos, aunque en franca recesión, debido a las medidas que ustedes están tomando, pero, que a pesar de lo que ustedes piensan hacer por vía médica, nos empelaremos con mayor virulencia y además le reto a proporcionarle otra entrevista dentro de unos días para comprobar los resultados.

- De acuerdo, espero esa nueva entrevista-le dije ya pensando que notaba al coronavirus que vibraba con cierta intensidad.

- ¡AH! , al salir póngase la mascarilla que hay muchos enemigos sueltos al acecho.

Continuará ….

.