Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

Cuando salí de mi primera entrevista con el coronavirus y, como siempre ocurre, me quedé con algunas preguntas en el tintero, aún más cuando se presentan las fiestas de Navidad que me preocupan bastante, y pensé que no sería malo procurarme otra segunda entrevista para intentar conocer qué plan de trabajo presentan esta cuadrilla de asesinos para estas fiestas, ya que me encontraba un poco repiso de no haber terminado totalmente mis primeras ideas sobre las preguntas que debía hacer.

Así que pedí cita previa, que no era muy necesaria, porque no creo que atiendan a muchos reporteros y he supuesto que yo les he caído en gracia y, por otro lado, que les gusta reírse de mi o, al menos, porque quieren divulgar su campaña de ataques a la población, aunque están equivocados, porque cuanto más nos provoquen más  medios pondremos para procurar defendernos e incluso vencerlos.

Llamé a la puerta y en esta ocasión no me atendió el de color azul, sino el anaranjado lo que me produjo una primera impresión nefasta, pero… al fin, entré y  me dijo que nos sentáramos y empezamos la conversación.

Tinto Roble Vinícola de Tomelloso

- Perdone usted que vuelva a molestarles, pero comprenderá  que tengo que defender a mis vecinos y me gustaría preguntarle si está usted en disposición de poderme decir qué planes tienen para estas fiestas, porque  ya supongo que ustedes conocen que celebramos unos días de felicidad y compañía.

- Pues, ¡qué preguntas hace usted!-algo grosero- Lo de siempre, atacar, atacar y atacar- con elevado tono de voz, al mismo tiempo que sus luces anaranjadas tintineaban de una manera poco usual-.

- Ya, ya, lo comprendo, pero los humanos  pensábamos que ustedes habían organizado un plan especial de ataque, porque quiero que sepa que estamos tomando unas medidas muy drásticas para que ustedes no puedan proliferar con tanta facilidad.

- Pues no hemos preparado nada especial, pero sabemos de todas las artimañas que tienen ustedes y hasta puedo confesarle que  en principio está teniendo algo de éxito, porque mis muchachos vienen bastante cansados y muchos con debilidad, porque han gastado muchas energías pululando por los grupos salivares y por las esencias que ustedes expelen y algunos se han venido sin comer y hasta una parte con alguna debilidad y aunque se encuentren en una mala situación, nosotros también estamos padeciendo la pandemia de los humanos, porque según mis últimas informaciones hemos sufrido una merma del muestreo efectivos en un veinte por ciento, unos por fallecimiento prematuro y otros por asesinatos humanos.

- Ya, ya lo comprendo, pero tiene que entender             que estamos en nuestro derecho de defendernos de esta guerra de invasión que ustedes han provocado…- no me dejó terminar.

Libro Cuevas de Tomelloso

- ¡Alto! ¡Alto! que nosotros no tenemos la culpa. Nuestra masas  de proteínas estaban cómodamente silenciadas en nuestro entorno animal que es donde vivíamos y convivíamos con nuestros animales en simbiosis o en democracia como dicen los humanos y fueron a provocarnos y sacarnos de nuestra forma de vida habitual y nos metieron en su mundo donde nos acusan de asesinos y de no tener piedad, cuando en realidad a nuestra tribu de proteínas nos han complicado la existencia, porque nosotros estábamos muy contentos en nuestra situación anterior, porque nadie se quejaba y manteníamos buenas relaciones con nuestros animales patronos y no teníamos polémicas ni discusiones hasta que nos llevaron hasta ustedes, así que no admitimos que nos acusen de invasores  ni de culpables. Bueno, ya puede seguir preguntando, pero no olvide lo que le he dicho.

- Bien, bien, lo tendremos en cuenta-soportando el chaparrón como pude-, pero he venido principalmente para explicarle que nosotros vamos a pasar uno días en  que según nuestra forma de vida solemos juntarnos a menudo y en estos próximos más todavía, por lo que estaba un tanto preocupado en si sus ataques iban a ser más agresivos o tendrían en cuenta esta situación.

- No, no, en absoluto, no vamos a tomar ninguna disposición, como hizo mi coronavirus azul, que, por cierto, ha sido sancionado por su anterior entrevista y le hemos puesto de color verde, incrementándole la dosis de proteínas para que trabaje más intensamente que los demás, pero a lo que usted me explica nosotros vamos a seguir nuestro proceso de alimentación continua y, aunque ya sabemos lo que están ustedes preparando, nosotros ya estamos cogiendo experiencia en la forma en que los humanos consumen su vida y aunque nos lo pongan difícil, estamos seguro que material para infectar no nos va a faltar y ya hemos organizado una avanzadilla con un poco más de agresividad infecciosa que seguramente establecerá los baremos que tenemos pensados para el mantenimiento de nuestra población.

- Me apena tener que oír esto, pero, hombre, un poco de calma no sería malo para ustedes, porque llegará un momento que nuestra resistencia va a ser superior a su agresividad y entonces tendrán que solicitarnos a nosotros ayuda y no se la concederemos de cualquier manera.

- Pero, ¡qué me está diciendo, humano! Encima con amenazas, ¿qué os pensáis, que somos como vosotros? Estáis equivocados, nosotros no vamos a cambiar de forma de vida, ni tomar represalias, ni insultarles, ni molestarles, no somos soberbios, ni mentirosos como la cuadrilla de humanos que se han juntado. Nosotros seguiremos haciendo lo que siempre hemos llevado a cabo en nuestra vida que es alimentarnos y reproducirnos como todo el mundo y no gastamos el tiempo en palabras absurdas que no tienen contenido; nuestra vida es trabajar, trabajar para vivir y no conocemos otra y vivimos felices y nos reproducimos y tenemos descendencia y los cuidamos porque son nuestro futuro y les enseñamos a saber vivir y disponemos de una ventaja sobre los humanos, aunque podría decir muchas, y es que no discutimos por nada, porque lo único que tenemos y ambicionamos es poder vivir tranquilos y libres, porque además de nuestra alimentación, también sabemos buscar nuevos sitios, nuevos lugares, nuevas formas de desarrollarnos.  Espero que sepa que somos normales, no como ustedes que se pasan el día contando mentiras, deseando el mal del prójimo y necesitando más de lo que se merecen.

- Desde luego no se parece usted en nada a su compañero el azul, deber ser el jefe de toda su familia de virus, porque menuda explicación me ha dado, que parece que los malos seamos nosotros, pero… en fin, quisiera realizarle mis dos últimas preguntas.

- Adelante, adelante que contestación va a tener en todas.

- Bien, bien; la primera es si van a estar mucho tiempo en Tomelloso, porque, con toda sinceridad y sin que tenga que ofenderse, estamos ya deseando que se vayan.

- Pues mire usted, no tengo ni idea y aunque no debiera de decírselo se lo voy a contar. En estos días estamos notando una bajada en el censo de compañeros virus que vuelven a casa y aunque pudiera usted pensar que eso es bueno, no se lo crea, vuelven menos porque muchísimos ya han encontrado su alimentación en el cuerpo de algún compañero suyo y, mientras puedan, seguirán viviendo en su sitio, por lo que estamos hasta cierto punto contentos con nuestra labor, como no puede ser de otra manera, que copio de las expresiones que ustedes mismo usan cuando no saben decir otras cosa, pero sí tengo una buena noticia para ustedes y es que ya nuestro grado de diseminación es menor, porque ustedes están poniendo muchas trabas a la penetración en su cuerpo, pero no se piense que va a seguir así, ya sabemos los lugares y los sitios donde introducirnos y estamos consiguiendo que los humanos portadores se reúnan con los no atacados para ir progresando poco a apoco, como es nuestra labor.

- La verdad es que me lo está usted poniendo difícil, pero bueno, va allá la última pregunta.

- ¿Piensan ustedes volver a su vida en el cuerpo de los animales o ya se encuentran acostumbrados a esta vida con los humanos?

- En eso sí estoy de acuerdo con usted. Nuestra población cuando regresa de su trabajo de infección diario, nos demanda que el ser humano es una locura y que, cuando estamos ya en su cuerpo, es muy difícil infectar con normalidad, porque sus hábitos en ciertas comidas, líquidos y otros alimentos que comen son tan variados y de tanta cantidad que les es muy molesto e incómodo mantener una infección en condiciones y como es natural lo comparan con el nivel de vida de un animal, porque éstos solamente beben agua y se alimentan siempre de lo mismo, lo cual regulariza mucho las infecciones y se hacen más llevaderas. Por lo que estamos pensando en crear un germen  que aglutine todas nuestras generaciones para poder regresar a nuestro anterior ambiente.

- Bueno, pues me alegro y espero que lo consigan. ¡Ah!, una cosa más, ¿sería muy molesto poder realizar otra entrevista dentro de unos días?

- Por mí no hay inconveniente y le aviso que nada más salir póngase la mascarilla que hay muchos gérmenes sueltos.

Continuará…

.