Tras dos años sin la ya tradicional velada de monólogos que organiza NNGG del partido popular de Tomelloso, ayer regresó con mucha más fuerza e ilusión la novena edición, en una noche repleta de humor, risas por doquier y, sobre todo, solidaridad.
La recaudación ha ido destinada a dos asociaciones de la ciudad, que en esta ocasión han sido AFAS Tomelloso y Cáritas Tomelloso.
La secretaria de Nuevas Generaciones Tomelloso, Rocío Valentín González, explicó que "ya había muchas ganas de volver a organizar esta gala, con muy poco tiempo, pero con más ganas también". "Esperemos que rocemos el lleno total y que podamos disfrutar todos con los 4 monologuistas que tenemos hoy en Tomelloso".
En declaraciones previas al acto, uno de los monologuistas de la noche fue Ramón Guama que afirmó que "las sensaciones previas son siempre de "susto" ya que, “cuando veo más de 3 personas juntas me da miedo". Aseveró estar encantado de poder colaborar con la gala y “ya veré que puedo contar al público, pero el miedo escénico siempre me acompaña".
El monologuista albaceteño, Antonio Moya, aclaró que era su segunda experiencia en esta gala y que, estaba encantado de volver ya que, "creo que ya somos afortunados por hacer a la gente feliz. Cada vez que actúo y puedo colaborar con una buena causa es un doble placer". Expresó que, el monólogo está de moda porque se vive una época en la que reír es necesario y hay que desconectar de todo lo que se ve y se escucha actualmente en las noticias y nunca está de más poder hacer reír a la gente y disfrutar.
Enrique Grande explicó que le encantaba Tomelloso donde actuó hace años y, "el poder aportar mi granito de arena a un acto benéfico es siempre es bueno, aunque no llegues a fin de mes (entre risas)". "Somos camellos de la risa, tenemos material y lo repartimos".
David Andrés de Albacete afirmó estar encantado de poder hacer reír otro año más. "Vine a Tomelloso hace 4 años antes de la pandemia junto con Agustín Duran y otros compañeros y creo que esta gala va a ser muy importante para la ciudad de Tomelloso". Aclaró que, "el monólogo engancha porque es una forma distinta de hacer reír a la gente y no con el típico chiste, es una manera de narrar historias cotidianas donde todo el mundo puede sentirse reflejado".