Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

Cuéntase que se cuenta cuéntase que ocurrió que paseaba un día de domingo en Tomelloso por una casa de campo como mero entretenimiento y hobby personal que me gustaba realizar para conservar y actualizar el conjunto de inventarios de todas las especies posibles. Como siempre en estas ocasiones iba provisto de la máquina de fotografiar esperando encontrar alguna planta, ave,  insecto o paisaje  que pudiera fotografiar.

Caminaba por la zona asfaltada delimitadora de la casa que actuaba de bordillo cuando observé  que de las matas de  hierba existente al borde del asfalto surgió una pequeña araña que caminaba a su marcha por el asfalto, parece ser que no teniendo a simple vista ninguna prisa en desaparecer del pavimento. La fui siguiendo observando sus características y comprobé que no la tenía en el inventario, o al menos eso me pareció, así que preparé la máquina de fotografiar y la seguí poco a poco sin dar la impresión de sentirse amenazada por mi presencia, porque su caminar seguía siendo el mismo y en línea recta, sin haberla modificado en ese pequeño rato, pero la verdad es que no descansaba nunca, ni se paraba, por lo que me dificultaba darme la posibilidad de poder realizar la foto con precisión. Tampoco llevaba  un recipiente a propósito como otras veces, porque no me había provisto de la mochila habitual, con el que solía apresar estas pequeñas piezas para luego, ya con más tranquilidad, poder obtener las imágenes en casa, así que tuve que armarme de paciencia pensando que en algún momento se pararía o si no la perdería, porque se volvería a refugiar en las hierbas existentes. Seguí estimando que en algún momento realizaría una parada, aunque no pensaba que las arañas se cansaran con tanta facilidad y la seguí largo rato a lo largo de todo el cemento del borde de la casa, hasta que ya estaba a punto de dejarlo, cansado de esperar y ya un poco harto grité: ¡Párate, coño! Oye, fue inmediato, la araña se paró seguramente impresionada por mi grito, lo que aproveché para hacerle un par de fotos, pero lo más curioso es que, según le hacía las fotos, la araña seguramente quiso lucirse y comenzó a mover la parte trasera de su cuerpo con movimientos convulsivos muy rápidos de izquierda a derecha, como si fueran vibraciones, con unos movimientos que a mí (y con perdón) me resultaron de puro coqueteo arañil.(Que por cierto quero añadir que la limpieza corporal es muy propia de estos arácnidos en general).

Cuando la araña debió darse cuenta que ya había conseguido obtener las fotografías, reanudó su marcha al mismo ritmo que al principio.

 Se me ocurrió probar de nuevo y la dije por segunda vez en otro fuerte grito: ¡Párate, coño! y de nuevo, ya mi amiga, la araña volvió a obedecer como la ocasión anterior y realizó los mismos movimientos y al poco de nuevo volvió a orientar su caminar.

Observando este comportamiento me hice alguna interrogante y quise comprobar si que esta táctica surtiría efecto con otras rañas o se trataba de una mera obsesión mental y quedé sorprendido que no se repetía, puesto cuando con otras especies de arañas se produciría la misma reacción al gritar mi improperio. Pues tengo que decir que con todas  las que probé corrían más deprisa al oír el grito pero ninguna llegó a parase, lo que concluí es que esas arañas se comportaban así.

Ya intrigado. como si una novela de detectives se tratara, intenté averiguar si el  mismo hecho se producía con la misma especie de araña, así que durante otros días en algunos ratos en que tuve tiempo y oportunidad, fui removiendo las hierbas de las lindes con el asfalto, hasta que por pura casualidad  en uno de los ratos empleados, apareció una araña idéntica a la primera de la foto y actué de la misma manera, gritándole la misma expresión y… ¡señores!... ¡qué curiosidad! la araña se paró a mi grito y además incluyó el protocolo del movimiento de su parte trasera con la misma alegría o insinuación de la vez anterior.

 Revelé las fotografías y pude identificar a la araña y clasificarla, pero a pesar de todo me quedaba alguna duda ¿Habría sido la misma araña que la vez anterior o es que todas las arañas de esta especie tienen algún órgano receptor que actúa genéticamente a nivel general?

Desde luego la araña es muy pequeña de 6 a 8 mm.-las hembras son más grandes-, pero muy singular y diría que hasta curiosa en su forma y fácilmente distinguible de otras de distinta especie y adjunto una foto y su nombre y clasificación por si alguna vez se la encuentran la griten los mismo a ver si responden parándose. Sería curioso.

 Esta pequeña araña se llama técnicamente Menemerus semilimbatus (Araña saltarina)-conmigo no saltó-, de la familia de los Saltícidos y su forma se puede ver fácilmente en mi foto y acudiendo a Internet,  pero lo más sobresaliente es que los pedipalpos son algodonosos y blanquecinos que se sitúan en la parte de la boca.

Esta araña ve con ocho ojos y oye por las ocho patas, entonces… ¿con qué araña?

Araña Tomelloso

 

 

 

 

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