Ordenanza, “especie en peligro” que tuvo su última convocatoria de oposición en el 2010 y desde esa fecha se ha suprimido más del 10% de la plantilla, como ha sucedido en los IES de Belmonte, Carboneras, Landete y Tarancón, por mencionar algunos, llegando al extremo de abrir nuevos centros sin personal de esta categoría. Nos preguntamos cómo es posible que se abra un instituto, como el IES nº 2 de Tarancón, sin presupuesto para ordenanzas.
Para la cobertura de las necesidades existentes en estos centros educativos, se mueve a personal de otros centros “desvistiendo un santo para vestir otro”. Todos estos movimientos ocasionan una disminución de la calidad en la prestación de los servicios, además de malestar y afectación en la salud del personal, convirtiendo a esta categoría en una “especie nómada” sin un puesto de trabajo donde asentarse. Como ejemplos recientes tenemos el CEIP “San Julián”, Museo Paleontológico, Escuela Oficial de Idiomas, e IES “La Hontanilla”.
La Administración se está saltando de manera unilateral los acuerdos establecidos en la negociación con la representación legal sobre ratios de personal, tendiendo a dejar un solo puesto de ordenanza por centro educativo con menos de 900 alumnos/as, independientemente de si el centro tiene más de un edificio o incluso si realiza actividades en horario de tarde. En la situación actual que vivimos por el Covid-19, debería intensificarse el trabajo del personal de esta categoría para ventilar los centros, regular la temperatura de la calefacción, vigilar estrictamente la entrada y salida de personas al centro, además del resto de su trabajo habitual como hacer fotocopias a profesores y alumnos, atención a padres, atención al teléfono, ir a por la correspondencia, etc…
Además de estas cuestiones de prestación de los servicios, se ve afectado el derecho de conciliación de la vida personal, familiar y laboral de este personal, pues reiteradamente se deniegan y se retiran permisos ya concedidos, alegando “necesidades del servicio”, poniendo como ejemplo el caso extremo que se acaba de proponer de eliminar una reducción de jornada para la atención de un menor con discapacidad. El Comité de empresa espera que se rectifique este disparate y se mantenga el derecho de la trabajadora.
Toda estas situaciones sufridas por los ordenanzas, las están padeciendo, en mayor o menor medida, el resto del personal laboral, y esperamos que el próximo titular no sea “extinguido el personal laboral de la JCCM” y pasemos a formar parte de la colección permanente del Museo Paleontológico.
