Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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La zona de confluencia de los ríos Júcar y Moscas, en las afueras de la ciudad de Cuenca, ha estado tradicionalmente ocupada por huertas, industrias resineras y plantaciones de álamos. En la actualidad, estos terrenos se encuentran urbanizados acogiendo grandes edificios (hospital y clínica Recoletas, residencia geriátrica Alameda, Parque de bomberos, Protección Civil) e infraestructuras viarias (Ronda Oeste de la N-400), que han influido en la dinámica fluvial en momentos de crecida, por lo que están expuestos a un riesgo elevado de inundación, agravado por las circunstancias del cambio climático. Todo ello se encuentra dentro del área de riesgo potencial significativo de inundación ARPSI 0018 – Ríos Júcar y Moscas, catalogada dentro del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la demarcación hidrográfica del Júcar de primer ciclo (2016-2021).

Ante este riesgo, en el marco del Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España (PIMA-Adapta) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y liderado por la Confederación Hidrográfica del Júcar, se puso en marcha este proyecto en el año 2018, con el fin de incrementar la conectividad fluvial, disminuir el riesgo de inundación, restaurar el medio natural, mejorar la vegetación de ribera y fomentar el uso público sostenible.

Se trata de un proyecto enmarcado en las estrategias orientadas a reducir el riesgo de inundación, promoviendo al mismo tiempo la recuperación del espacio fluvial, cuyos objetivos generales son: el incremento de la conectividad fluvial, la disminución del riesgo de inundación (fundamentalmente en el entorno residencial-hospitalario de la margen derecha), la mejora del estado ecológico de las masas de agua con mejora de la vegetación de ribera, la restauración del medio natural y el fomento del uso público sostenible y la educación ambiental, dándose continuidad con las obras desarrolladas a otros trabajos antes realizados en la ciudad, aguas arriba.

Las actuaciones comenzaron a finales del año 2018, bajo la dirección de la Confederación Hidrográfica del Júcar, diferenciándose un total de nueve tipos de actuaciones:

- Desplazamiento de la mota o defensa existente y adecuación de la margen derecha a la altura del hospital, para proteger sus instalaciones.

- Retirada de la defensa de la margen izquierda, desde el recinto ferial hasta el puente de la Ronda Oeste, y desplazamiento de la defensa de la margen derecha, inmediatamente aguas abajo del puente.

- Excavación y retirada de escombros y residuos de construcción y demolición acumulados aguas abajo de la carretera N-400, que se han depositado en una planta de gestión autorizada de la ciudad.

- Conformación de cauces de alivio para aumentar la capacidad de laminación de la zona inundable, dirigidos hacia los dos pasos bajo la carretera, mediante desbroces, excavación somera y taludes de pendiente suave.

- Construcción de una escollera apoyada sobre el terraplén de la carretera, para dotar de mayor estabilidad al talud y evitar el lavado de finos durante los periodos de inundación.

- Ampliación de la sección hidráulica del cauce del río Júcar aguas abajo de la confluencia con el río Moscas, con el objeto de aumentar su capacidad.

- Tratamientos silvícolas con aclareos y cortas de ejemplares arbóreos muertos, enfermos o dañados, y eliminación de especies invasoras, previo inventario y marcado por la autoridad forestal, que se han transportado a un centro de gestión autorizado.

- Realización de plantaciones en zonas en las que era preciso controlar el establecimiento de otras especies, o donde se han retirado escombros o realizado desbroces y excavaciones, con el objetivo de recuperar el espacio de movilidad fluvial del cauce. Las especies utilizadas son álamos Populus nigra y alba, fresnos Fraxinus angustifolia y sauces Salix fragilis, con las que se han creado bosquetes irregulares, a partir de material vegetal recolectado en la zona.

- Construcción de caminos y sendas peatonales siguiendo la vega del río hasta la confluencia con el río Moscas, con bancos, puestos de pesca y otras dotaciones de ocio compatibles con la condición de inundabilidad de la zona, con el fin de promover el uso público, el conocimiento y la valoración de este entorno renaturalizado.

La eficacia de las obras ejecutadas se pudo comprobar poco después de su terminación efectiva, durante la crecida que tuvo lugar en el río Júcar, en diciembre de 2019, derivada de los efectos de la fuerte borrasca Fabien, cuyo caudal superó los 200 m3/s. Se constató que, gracias al desplazamiento de las defensas y a la mejora de la capacidad de drenaje del cauce, se pudo evitar la entrada de agua en la planta baja del Hospital Recoletas, algo que había sucedido en anteriores inundaciones. Este hecho confirma la conveniencia y necesidad de ejecutar actuaciones de este tipo, desde un enfoque integral de reducción de riesgos y mejora del medio natural.

Reducción del riesgo de inundación y mejora del entorno natural de los ríos Júcar y Moscas - YouTube

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