La alineación de las cuatro administraciones que nos gobiernan solo ha servido para destruir en lugar de construir, y el derribo del muro de Casablanca es su ominoso ejemplo.
Un derribo contrario a los intereses de Cuenca y los conquenses e ilegal, como habíamos advertido desde +CUENCA Ahora y finalmente así han determinado los tribunales paralizando el derribo y poniendo de manifiesto el tremendo ridículo que ha supuesto para el PSOE de Cuenca, quienes han considerado este derribo como «día histórico» en sus redes sociales. Quizás lo sea, pero no de la manera es la que imaginaron.
La manifiesta vulneración del procedimiento de legalidad urbanística al que las administraciones están obligadas tenía un único y espurio objetivo al servicio de los intereses electoralistas del partido que nos gobierna desde las cuatro administraciones y que, más pronto que tarde, tendrá que responder de cómo ha utilizado ese poder en contra de los intereses de Cuenca.
A escasas semanas de la convocatoria electoral del 28 de mayo se ha pretendido escenificar, de forma ilegal y por la vía de hecho, el supuesto beneficio de un plan que es del cierre del ferrocarril convencional —dejando a nuestra ciudad como la única del territorio español insular sin ferrocarril— y que se quiere vender como beneficioso para Cuenca aún a costa del sentido común y el respeto a la ley.
Cuatro años de una gestión municipal manifiestamente incapaz, que el propio alcalde reconoce al tiempo que endilga la responsabilidad a los funcionarios municipales, se saldan con una hasta ahora desconocida eficacia en destruir un muro, digna sin duda de mejor empeño.
Y es así que todo el procedimiento llevado a cabo por nuestras administraciones en el mal llamado «plan x Cuenca» está tan viciado y carente de legalidad como lo está la decisión política de la que nace, y que no es otra que la del cierre de nuestro tren.
Decisión del gobierno de la nación que está recurrida por +CUENCA Ahora ante la Audiencia Nacional, instancia judicial de la que esperamos la restitución de la legalidad y el sentido común, como así ha ocurrido con la paralización del derribo del muro del Paseo de San Antonio.
Intentan desviar la atención y han conseguido lo contario. Intentaban disimular con un trampantojo el cierre del tren de Cuenca y únicamente el de Cuenca, al tiempo que otros territorios celebran inversiones millonarias, también en nuestra comunidad.
+CUENCA Ahora, como ya manifestamos, paralizará el Plan x Cuenca desde el gobierno municipal, instando al resto de administraciones a respetar los intereses de la ciudad y la provincia bajo la premisa de la restitución de la actividad a la línea de tren convencional, al tiempo que se suscribe un nuevo convenio que verdaderamente beneficie a nuestra ciudad y provincia, planificando las necesarias inversiones en el trazado y una igualmente necesaria integración de los suelos ferroviarios plenamente compatible, ahora sí, con el mantenimiento de la línea de ferrocarril convencional.
Es de justicia que las hemerotecas registren para la posteridad las imágenes de un muro ilegalmente derribado, como símbolo del grave e irreparable daño que el cierre del tren hace a los intereses de Cuenca y los conquenses.
