Desde la asociación Cuenca Ahora queremos manifestar nuestro apoyo a las reivindicaciones de la Plataforma “Pueblos con el Tren”, de la que también formamos parte, y mostrar nuestro mayor asombro ante las últimas declaraciones del presidente de CEOE-CEPYME Cuenca, David Peña, en las que aboga por la desaparición de la línea de ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia, diciéndole “adiós a la vieja línea de tren Madrid-Cuenca-Utiel”, y proponiendo convertir la misma en una vía verde, condenando a los pueblos por los que actualmente pasa a ser atendidos con autobuses “a demanda”.
En contraprestación, la solución que plantea David Peña es que los terrenos de ADIF sean cedidos a los ayuntamientos para realizar planes urbanísticos con los que reconvertir estos terrenos. En Cuenca Ahora nos preguntamos por la intención de este plan, sobre el cual podría extenderse la sospecha de un posible nuevo “pelotazo” urbanístico, que, de salir mal, de nuevo tendríamos que soportar los contribuyentes.
Desde nuestra asociación, entendemos que si se quiere salvar nuestra provincia del problema de la despoblación y hacer que la misma prospere económica y demográficamente, no podemos aceptar que se sigan eliminando infraestructuras, como la línea del tren regional, la cual vertebra nuestra provincia, y cuyo cierre significará de seguro una quiebra para el futuro de todos estos municipios afectados, lo que a su vez repercutirá negativamente en la ciudad de Cuenca.
Consideramos que si en vez de cerrar, esta línea se potenciase, invirtiendo en el arreglo de la misma, y se estableciese un servicio digno, podría ser revertido el abandono de muchos de los pueblos cercanos a ella. Existen ideas y proyectos que podrían volver a dar una nueva vida a la línea Madrid-Cuenca-Valencia, ahora Aranjuez-Cuenca-Utiel, como el empleo de trenes de hidrógeno, rescatar la idea del tren turístico, recuperar su uso para el transporte de mercancías, o la propuesta de convertir la ciudad de Cuenca en el punto final de unas posibles líneas de cercanías desde Madrid y Valencia. Todas ellas son posibilidades para ser estudiadas, como el de un transporte público “a demanda”, ahora sí, entre las estaciones y los pueblos próximos a las mismas, sin prescindir de la columna vertebral que es nuestro tren provincial o de cercanías. Otra cosa es que quien debe velar por defender el futuro de estas tierras, realmente trabaje por hacerlo; o al revés, que lo que se esté buscando sean otros intereses que nada tienen que ver con las personas que aquí vivimos.
En Cuenca Ahora tenemos claro que cualquiera que pida la eliminación de infraestructuras y servicios que todavía mantenemos en nuestra provincia, y a cambio lo único que haga sea vender humo, lo que realmente está haciendo es hipotecar nuestro porvenir y el de nuestros municipios, pueblos a los que se busca ahogar lentamente en un etnocidio dulce, traicionando, de paso, a todas las personas que queremos hacer de estas tierras un hogar con futuro.
