Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

A través de una noticia local, otra nacional e internacional —la huelga de AEG en Terrassa, el 1º de Mayo y la guerra de Vietnam—, se muestran las diferencias entre las versiones oficiales y las del movimiento obrero , así como el proceso de utilización de la imprenta "vietnamita", la confección de propaganda y posterior distribución clandestina por los militantes de la oposición.

Lumbreras es una de las mujeres más relevantes del cine militante. Fundadora del Colectivo de Cine de Clase junto a Mariano Lisa, fue perseguida por la policía. Militó en el PCE hasta su expulsión en 1971.

Helena Lumbreras (Cuenca, 1935 – Barcelona, ​​1995) se trasladó a principios de los años 60 a Italia donde, aparte de formarse en el Centro Sperimentale de Cinematografía, trabajó en la RAI y se movió en los círculos intelectuales cinematográficos de la izquierda italiana en los que se movían Pasolini, Pontecorvo o Rosi. Tras filmar Spagna 68 , un documental que ilustra la lucha contra el régimen franquista y la situación sociopolítica del país, junto con el profesor de filosofía Mariano Lisa fundó el Colectivo de Cine de Clase, con el fin de "filmar sueños de personas que luchaban por conseguir mejorar sus condiciones de vida".

Bajo Colectivo de Cine de Clase, Lumbreras y Lisa filmaron El cuarto poder (1972) , un análisis de los medios de comunicación oficiales del Estado y un llamamiento a las publicaciones clandestinas durante las postrimerías de la dictadura franquista; El campo para el hombre (1972), un testimonio de la precaria situación del mundo rural; O todos o ninguno (1976) un ejercicio de declaración de intenciones sobre la lucha obrera como una actuación siempre colectiva, sin jerarquías, hizo que promoviera autonomía entre los trabajadores de sus propios rodajes; y A la vuelta del grito (1977), un retrato del futuro que le espera a la clase obrera de los años setenta frente a la economía capitalista que fuerza reconversiones industriales, cierre de fábricas y despidos.

Y después: coloquio, barra y buena música.

Fundación Elder

.