El peligro de la desertificación en todo el mundo se ha convertido en uno de los problemas más graves a afrontar en la actualidad.
El efecto de la desertificación puede deteriorar la calidad del agua, producir exceso de salinidad en el suelo y originar la deposición de lodo en embalses y ríos.
Para la agricultura esto supone buscar soluciones eficientes para que se pueda hacer frente al desabastecimiento de agua y al avance de la aridez en los suelos, cada vez mayor como consecuencia del aumento del calentamiento global.
Por ello, el sector agrícola se encuentra ante la urgente necesidad de modificar su modelo, en busca de una agricultura sostenible para poder conseguir un mayor aprovechamiento del agua y de los recursos.
Asimismo, los agricultores tienen que hacer frente a diversas medidas para poder seguir ofreciendo un producto de calidad, teniendo en cuenta la degradación y el empobrecimiento de los suelos por la terrible situación de sequía que vivimos.
Ante este escenario, una de las mejores recomendaciones para el sector agrícola es el uso de productos que revitalicen el suelo y que actúen para dar una mayor concentración de flora microbiana.
Estos compuestos prebióticos consiguen estimular el desarrollo de los cultivos y potenciar su actividad gracias a su composición con elementos minerales y de origen vegetal que son un excelente beneficio para el suelo.
Un producto bioestimulante y fertilizador para el suelo ayuda a los agricultores a que puedan maximizar sus cosechas, utilizando el mínimo de recursos. Además, los compuestos biofertilizantes que se pueden encontrar en el mercado no suponen un riesgo para la salud humana, animal ni del medioambiente.
2022, un año fatídico para España
El 2022 ha sido uno de los más secos en décadas desde que hay registros. Por desgracia se situó en la primera posición como el peor de los últimos 15 años por la escasez de precipitaciones, dejando los embalses de toda España en sus niveles más bajos en casi 30 años.
Además, no sólo la falta de lluvias fue el problema más importante que tuvo que afrontar nuestro país el año pasado, los incendios fueron otra de las causas más graves que se sumaba a la ya delicada situación de territorio.
Por desgracia, 2022 desbancó a 2012 como el año con el récord de más hectáreas arrasadas por el fuego, en ese año se superaron las 189.000 hectáreas calcinadas.
Ya en agosto de 2022 se multiplicaba por cuatro la media de los últimos años con la mayor superficie de terreno quemado y terminó el año con más de 309.000 hectáreas arrasadas por los incendios forestales en todo el país según el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS).
La situación de los embalses en Castilla-La Mancha para afrontar 2023
En las últimas semanas la sequía ha concedido una pequeña tregua a España gracias a las lluvias leves y continuadas que se han dado. Algo que los embalses han notado.
En Castilla-La Mancha se contabilizan más de 90 que rondan una capacidad de almacenamiento superior a los 6.700 hectómetros cúbicos, pero los embalses de la cabecera del Tajo se secan.
Los más destacados, Entrepeñas y Buendía, al estar entre los de mayor importancia y capacidad de la comunidad sólo cuentan actualmente con un cuarto de agua embalsada.
La situación en Castilla-La Mancha es bastante alarmante, ya que sus reservas están en total en el 37.20% de agua embalsada. Las provincias de Guadalajara y Ciudad Real presentan la situación más crítica con una capacidad inferior al 30%, mientras que los embalses de Toledo y Cuenca tienen una mejor situación al estar por encima del 50% de su capacidad.
