Muy poco conocidos nos encontramos con otras construcciones rurales realizadas por el sistema de piedra seca, cierre por hiladas y falsa cúpula de muy pequeña dimensión y que se encuentran localizadas en la Comunidad Autónoma de Asturias donde prácticamente son exclusivas.
CORROS
Estas construcciones se encuentran ubicadas en las zonas montañosas de Asturias y suponen un tipo de cabañas más antiguas que las pallozas y los teitos, por tener historia milenaria.
Concretamente su situación se localiza en las comarcas situadas al centro sur de la provincia y al este del Parque Natural de Somiedo y dentro de su comarca y de similares características. Ubicadas a una altitud de 1.700 metros en la Sierra del Aramo y en el Puerto de la Mesa situado más hacia el sur, ocupando las zonas de las brañas.
Son de muy pequeño tamaño y muy sencillos y están construidos de forma que forman pequeñas agrupaciones en las montañas y tienen forma circular, dintel también de piedra y disponen de unos pequeños huecos para salida de humos y en algunos dos losas a izquierda y derecha de la entrada para sentarse. Suelen disponer de una ventana abierta en la parte superior del final del muro.
Dentro de su sencillez tienen distintos pequeños detalles que pueden diferenciarse. En unos casos nos encontramos con corros que están levantados con grandes piedras planas y otro segundo modelo de corro con piedras más bastas e irregulares y algunos están teitados-cubierta vegetal, aunque debido a la altitud el material vegetal que se utilizaba en los teitos era más difícil de conseguir.
Como en todo este tipo de construcciones las piedras eran previamente seleccionadas y la parte más plana se orientaba hacia el exterior quedando la más irregular o rugosa en la zona interna. Era frecuente que en la techumbre, para evitar entrada de frío y la entrada de agua se tapaban los vacíos u huecos con los llamados tapines que eran trozos de césped, operación que se denominaba entapinar.
Los pequeños espacios entre la mampostería de piedras mayores se cubrían con las llamadas raxas, que eran piedras pequeñas que permitían cubrir los espacios y también se utilizaban las llábanas que eran bloques de piedra planas para cubrir espacios finales.
Muchos de los corros iniciales parece ser que fueron construidos por los pastores extremeños en sus fases de trashumancia en busca de mejores pastos y se utilizaban para cobijo de los pastores de ganado vacuno.
