La orden de los trinitarios cuya advocación es la Santísima Trinidad, fue instituida por Juan de Mata, junto con san Félix de Valois.
El Convento de las Trinitarias en Madrid, también conocido con el nombre de Monasterio de San Ildefonso y de San Juan de la Mata, está situado en el barrio de Las Letras, entre la calle Las Huertas y la calle Lope de Vega,
Esta congregación fue fundada 1612 por la familia de los Romero, y tuvieron su primera instalación en la calle Cantarranas-hoy Lope de Vega- y que provisionalmente se instaló en la calle Mayor. Posteriormente paso a ser titular María de Villena y Melo, marquesa de La Laguna, cuando inició mejoras en el edificio en 1639, que tuvo que suspender para iniciarse de nuevo hacia el año 1673, pero, por segunda vez, también tuvieron que ser demoradas las mejoras, ya que el arquitecto que las dirigía, Marcos López, falleció, por lo que tuvieron que ser continuadas por el arquitecto José de Arroyo y terminadas en 1688. En estas continuas modificaciones y mejoras parece ser que los restos de Miguel de Cervantes pasaron a una fosa común y se dieron por perdidos.
En 1868 se pretendió la demolición de la iglesia y del convento y gracias a la intervención mediática de Ramon de Mesoneros Romanos, a través del marqués de Molins, se consiguió mantener la estructura.
En la portada del convento, el dos de enero de 1810 se colocó una gran lápida monumental, realizada por el escultor Ponciano Ponzano en cuyo centro se aprecia el busto de Cervantes y, al pie, una inscripción donde puede leerse:
“A Miguel de Cervantes Saavedra, que por su última voluntad yace en este convento de la Orden Trinitaria, a la cual debió principalmente su rescate. La Academia Española. Cervantes nació en 1547 y falleció en 1616”.
Como sabemos ya parece acreditado que, gracias a la ayuda económica de este convento, Cervantes y su hermano, pudieron volver a España una vez pagado el rescate solicitado.
La recuperación de los restos de Miguel de Cervantes llevaron consigo unos trabajos de búsqueda e investigación hasta que en el año 2015 se consiguieron recuperar y fueron instalados en una tumba y lápida en ese mismo año en la iglesia y cuya inauguración corrió a cargo de la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
El convento se encuentra construido con fachadas de ladrillo visto y con ventanas enrejadas a lo largo de todo su recorrido
En este convento profesaron la hija de Cervantes y la del escritor Lope de vega, así como también se encuentra enterrada la mujer de Cervantes, Catalina de Salazar. Se encuentra enclavado entre la calle Huertas, la calle de las Trinitarias y la calle Lope de Vega.
La iglesia donde se conservan los restos de Miguel de Cervantes, tiene forma de cruz latina y de una sola nave y dispone de patio, claustro y celdas. Dispone de un pórtico de tres puertas y en la cabecera se encuentran tres retablos barrocos.
A la entrada aparece la tumba de los restos de Cervantes con una lápida con la siguiente inscripción:
La entrada dispone de una cerradura instalada en el año 1696.
En el interior de la iglesia existen varios retablos.
El retablo mayor dedicado a San Ildefonso realizado en 1739 por el escultor cordobés Manuel Mesa. El retablo de la Virgen de la Piedad, en el año 1715, acompañado de San Pedro de Alcántara y de la Magdalena.
Otro retablo a la Virgen del Pilar de José Mora, acompañado de tres beatos:
Marcos Criado, San Simón de los Reyes y San Miguel de los Santos.
Además, existen varias tallas de San Agustín, San Antonio de Padua, Santa Cecilia y de San Juan Bautista de la Concepción, fundador de la Orden de los Trinitarios Descalzos.
El convento esta designado como Patrimonio de la Humanidad desde el año 1943.
