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Cuadernos Manchegos
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La presencia de personajes femeninos en nuestra historia de España se encuentra repleto de nombres que marcaron pautas y evoluciones en los sucesivas etapas del desarrollo social, cultural y político de nuestro país, algunas de ellas a las que se les ha proporcionado mayor relevancia, indudablemente por su repercusión en la evolución histórica de las distintas fases que nos han condicionado los hechos y las circunstancias y otras mujeres menos nombradas, pero no por ello menos relevantes.

Todas tuvieron una gran importancia, hasta las menos conocidas, bien por saber acometer importantes decisiones antes los continuos problemas que surgieron en España y otras por su actuación secundaria, aunque no menos relevante y poco conocida, en la influencia de las decisiones con sus esposos relativos a la toma de iniciativas, asesoramiento y consejos que de una manera u otra influyeron en los futuros acontecimientos que se fueron produciendo a lo largo de los siglos.

Intentaremos ir narrando la biografía de alguna de ellas en ambos casos, tanto las más conocidas y narradas, como las menos populares y a los que la historia no ha guardado el lugar que debieron ocupar.

En este caso hemos seleccionado a Juana Manuel de Villena, mujer que directa o indirectamente ha tenido relación con los que es ahora nuestra Comunidad Autónoma y que nos ha parecido más que interesante resumir su biografía.

Juana Manuel de Villena nació en el año 1333 y falleció en Salamanca en 1384, teniendo 51 años.

Iniciamos comentando que era hija del Infante don Juan Manuel y de su tercera esposa Blanca Núñez de Lara. El infante don Juan Manuel nació en el castillo de Escalona en la provincia de Toledo y procedía de la realeza, toda vez que su padre fue hermano de Alfonso X, el sabio, y, como todos sabemos, este infante fue una figura destacada, entre otras cosas, porque escribió la famosa novela del Conde Lucanor. Este linaje era de los más poderosos de aquella época y nuestra Juana consiguió heredar algunos de los títulos nobiliarios más importantes del siglo XIV, como ser señora de Escalona, Peñafiel y de Vizcaya, este último por parte de su madre.

Juana representaba un buen partido por su ascendencia y finalmente se casó en secreto en el año 1950 (a los diecisiete años) en el Palacio Real de Sevilla con Enrique de Trastámara, hijo ilegítimo de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán, que mantuvo durante mucho tiempo una lucha por la herencia de la corona de Castilla contra su hermanastro Pedro I, el cruel, desde que se produjo el fallecimiento de su madre Leonor.

Pedro I, el cruel, mantuvo durante su reinado continuas luchas con muchos de sus hermanastros, conquistando grandes territorios, no sin grandes y terribles enfrentamientos y la eliminación de muchos de sus contrarios.

En el caso de Enrique de Trastámara tuvo un gran enfrentamiento en la batalla de Nájera, donde salió vencido Enrique, que tuvo que emigrar Francia con Juana Manuel, para posteriormente regresar y vencer a Pedro I, que tuvo que desplazarse a Portugal y que consiguió más tarde buscar el apoyo de los franceses con el famoso Bertrán de Duguesclín y sus Compañías Blancas, teniendo un enfrentamiento en la localidad de Montiel (Ciudad Real), concretamente en su castillo, llamado de La Estrella, donde Pedro I, se refugió después de perder la batalla y, engañado, acudió a la tienda de campaña de Enrique donde fue asesinado por su hermanastro -como todos sabemos con la ayuda del tal Bertrán de Duguesclín, con la famosa frase “ni quito, ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”-.

Castillo Montiel

Pasado este hecho, Enrique de Trastámara se proclamó rey de Castilla y León con el nombre de Enrique II, de Castilla.

Como siempre en nuestra historia los apelativos son frecuentes y ambos reyes tuvieron dos cada uno. Pedro I, se le llamó “El cruel”, por sus enemigos y “El justiciero” por sus seguidores, como también a Enrique II, “El fratricida” y también “el de las Mercedes”, por las concesiones que hizo a sus aliados.

Durante todo el proceso hasta que consiguió llegar ser rey, Juana Manuel mantuvo una muy directa influencia sobre las determinaciones de su esposo y además siendo activa en defensa de sus títulos y posesiones, pues defendió personalmente el asedio de la ciudad de Zamora por derecho legítimo y mandó matar a los defensores del castillo por negar a rendirse, así como participó en sitio de Toledo.

Juana Manuel falleció en el año 1384 a los 51 años, con posterioridad de cinco años en relación a su esposo y siguió siendo considerada como reina, estando retirada en la corte y se dedicó a obras benéficas siendo nombrada por el pueblo como la “Madre de los pobres”.

Juana Manuel

Enrique II falleció en 1379, cinco años antes que su esposa y dejó reconocidos a varios hijos ilegítimos de los que se conocen el nombre de trece de ellos.

Enrique IISu reinado como reina consorte permaneció durante diez años desde 1369 a 1379 y tuvo tres hijos. El primero en el año 1358, que posteriormente pasó a ser el rey Juan I, de Castilla y León y Leonor de Trastámara (1362) y una tercera Juana de Castilla (1367) que falleció en la infancia.

Juana Manuel, falleció el 27 de marzo de 1384 en Salamanca y su cuerpo se encuentra en la Capilla de los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo, al igual que su esposo, ya que la capilla fue creada por el mismo rey y donde, además de Juana Manuel, se encuentran los restos de su hijo Juan I y su esposa, Leonor de Aragón; su nieto Enrique III de Castilla y su esposa Catalina de Lancaster.

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