Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

La diversidad de tipo de construcciones que los tomelloseros han realizado en el campo supone una importante aportación al medio ambiente.

Tomelloso se ha caracterizado por muchas razones por sus peculiar  evolución de su agricultura y su progreso en las últimas décadas, así como su distinta distribución de tierras a nivel de localización, puesto que la expansión de sus campos agrícolas se fue extendiendo con tanta facilidad que en muy poco tiempo el término municipal se quedó pequeño y los agricultores fueron extendiendo sus propiedades por los distintos término municipales próximos y, como es conocido por todos, no solamente por los limítrofes sino en términos municipales alejados de los términos aledaños. Siempre se ha dicho que Tomelloso ha tenido tierras en más de catorce términos municipales.

Esta lejanía en parcelas de una mediana superficie provocaba que los tiempos empleados en llegar a las parcelas resultaran largos y obligaba a disponer de refugios que de alguna manera permitieran descansar, alimentarse y posibilidad de estancia en ellos, por lo que además de los conocidos bombos tomelloseros se crearon construcciones en el campo consistentes en pequeñas casas, casetas, casillas y quinterías que ya se conformaban en lugares de estancia, bien por la disponer de una gran superficie de tierra y tener obreros fijos que se encargaban de vivir en estas casas para el mantenimiento de la construcción y estancia de animales como ovejas en general.

Se trataba de casas habilitadas para el descanso y la alimentación y disponían de una buena chimenea para el fuego y  generalmente al abrigo del pozo en su caso y también se plantaba algún árbol para la sombra y que expandidas por las llanuras de nuestra región marcan una forma de trabajo y de forma de dar representación propia.

 Todas estas casas, casilla, quinterías o como se las solía llamar según su tamaño fueron muy abundantes en cada zona abarcada por los tomelloseros, a las que hay que incorporar todos los bombos que también se construyeron en las distintas zonas y parajes tomando así mismo distintos nombres.

 De tal forma fue extensiva esta proliferación de casas en el campo que puedan haber existido cerca de trescientos tipos de construcciones de cada categoría y clase en poder o bajo el uso de los tomelloseros, hoy en día muchas de ellas convertidas en simplemente paredazos, aunque otras se encuentran en un perfecto estado de conservación y que han sido mejoradas por su propietarios, aunque si ben las grandes fincas de propietarios más destacados han ido perdiendo en general su estructura por no haber tenido la oportunidad de realizarse mejoras en ellas. Todas estas casas de campo tienen su nombre o es conocida por los agricultores de alguna manera, donde abundan los nombres derivados del campo, pero como es normal los más abundantes se refieren específicamente al nombre de los propietarios o primeros titulares de la finca en cuestión.

Concretamente en el término municipal de Tomelloso hemos detectado 140 casas de campo, que suponen  algo más de la mitad de los que poseen los tomelloseros, lo cual supone que en otros términos los tomelloseros tienen o han tenido las mismas casas en el campo que en su propio término municipal.

Casa de Campo Tomelloso

La mayor cantidad de casas se encuentra en la zona sur-este del término municipal sobre un total de 24 polígonos catastrales, (de los 102 existentes), mientras que en la zona norte, al ser más estrecha en longitud solamente  un 22 por ciento  en 24 polígonos y el mayor grupo se sitúan en la parta de más anchura con un total de un 35 por ciento, por un agrupamiento de 56 polígonos, teniendo en cuenta que la superficie media por polígono en Tomelloso, incluyendo el núcleo de población es de 23,6 hectáreas.

 Si evaluamos comparativamente las casas por la superficie media y lo extrapoláramos al resto de términos municipales podría esperarse que los Tomelloseros pudieran disponer de una superficie de tierra igual que la que cultivan en su término municipal, que lógicamente se trata de un cálculo orientativo, pero muy aproximado a las apreciaciones o cálculos realizados  en otros estudios.

Existen diversidad de edificaciones en el campo habilitadas para el uso agrario, pero siempre con peculiaridades diferentes como es natural, según su dimensión, ubicación y medios disponibles.

Casa de Campo Tomelloso

Pero la casa más típica y que marca  de una manera más el medio agrario de esta comarca es la clásica casa que yo he llamado “huérfana”, pero que marca la naturalidad de las construcciones de esta zona propia de construcciones primitivas y originales.

Se trata de una casa generalmente aislada, de tipo rectangular de escasa longitud, con una única puerta y una habitación con su chimenea correspondiente, con teja y cubierta a dos aguas y  todos los muros encalados, casi siempre sin árbol alguno, sin porche y con la puerta generalmente de color verde y adornada en su parte inferior en algunas ocasiones del clásico reborde de color añil de La Mancha, ubicada en el centro o al menos en el interior de la parcela, viéndola desde lejos da la impresión como si pareciera plantada, en lugar de construida, como si se hubiera construida en el exterior y depositada en el suelo.

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