Juan Camacho, director general de Salud Pública del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha comparecido en rueda de prensa a las 17:00 horas para confirmar un total de 15 fallecidos en la residencia Elder de Tomelloso por positivos en coronavirus y ha aclarado que previamente a estas muertes las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha desconocían la gravedad de la situación del brote del coronavirus.
Camacho ha explicado que se están realizando las pruebas pertinentes y en total ya han llegado a 60 análisis y que casi con toda seguridad se completará este mismo jueves haciéndoselo al resto de personas residentes. Actualmente existen 34 positivos y 9 casos que están pendientes de aclarar. Quince personas están hospitalizadas y 91 pacientes están "sanos y libres de síntomas" estando aislados para prevenir contagios.
El director general quiso dejar claro y salir al paso de todas las denuncias públicas que el director de esta residencia ha realizado a algunos medios de comunicación llegando a denunciar "desatención" por parte de los servicios sanitarios de Castilla-La Mancha.
Camacho ha indicado que el director general de la residencia ha comentado en algunos medios de comunicación que "no se le ha tomado en consideración ni se ha contactado con él desde la Consejería de Sanidad", "que no se le ha prestado ninguna ayuda desde estas mismas instancias" y "que no se hayan realizado entre otras cosas, las pruebas diagnósticas a los residentes que presentaban síntomas". Antes estas acusaciones Camacho ha declarado que las tres son absolutamente falsas.
Ha querido explicar por qué con falsas estas acusaciones, diciendo que el domingo día 15 el director gerente de la Residencia Elder de Tomelloso se comunica con él y que le transmite una situación compleja en la que según le cuenta no hay equipos de protección individual para los trabajadores. Cabe destacar que la responsabilidad de dotar a sus trabajadores y residentes por ser una empresa privada recae sobre ellos" ha afirmado Camacho. El director de la residencia le comentó que la situación era desesperada, que están sobrepasados por las circunstancias y que no tienen médico en ese momento porque se había ido y que necesitan ayuda.
En ese mismo instante se contacta con el servicio de salud, se envía un primer equipo para realizar las primeras tareas de triaje y determinar los niveles de gravedad y poner las primeras medidas de control epidemiológico sobre la población residente. A posteriori y a lo largo de la tarde se envían tres equipos desde la gerencia de urgencias y emergencias y transporte sanitario. Equipos, médicos y enfermeras que realizan el triaje completo de los 75 pacientes que en ese momento presentaban síntomas en distintos estados de gravedad
Así de los 75 pacientes, seis tenían un "estado más comprometido clinicamente" y se decide trasladarlos a centros sanitarios cercanos. 49 de ellos tienen temperatura alta que no llega a ser fiebre y 21 presentan una clínica respiratoria leve. Se procede a tomar las decisiones clínicas y a aislar a pacientes más sospechosos.
Se procede también desde la evaluación inicial de los tres equipos, durante toda la noche del domingo al lunes una enfermera y un médico permanecen en la residencia atendiendo a todos los residentes, y a partir del propio lunes 16, se inicia la toma de muestras a los residentes que presentan síntomas y que son subsidiarios de necesitar esta prueba y se inicia "un refuerzo específico" con personal del Sescam para los servicios sanitarios de la residencia, dotándola de dos médicos y dos enfermeras más para atender a los residentes.
De esta forma, Camacho terminaba su intervención diciendo que se trasladarán todas las declaraciones del director de la residencia a las autoridades.
