No nos cansaremos de repetir que la perspectiva que presentan actualmente nuestros campos agrícolas no tienen nada que ver con nuestras imágenes anteriores que casi ya no recordamos y que solamente podemos encontrar en fotografías en blanco y negro y en cuadros de pintores, porque el cereal y viña unidos sin más interrupción ya no se parecen en nada a los que nuestros ojos contemplan cuando salimos al campo.
La expresión tan utilizada de que “La Mancha no tiene sombras”, en Tomelloso ha desaparecido por completo, como ya hemos indicado en anteriores exposiciones nombradas en otros artículos, pero en ninguna de ellas hemos comentado lo que podíamos llamar “el sombreado del suelo”.
Esta nueva imagen ya comenzó en el año 1993, cuando se iniciaron y desarrollaron los programas llamados de reforestación y forestación de tierras que mediante determinadas subvenciones proponían la plantación de especies forestales en determinados tipos de parcelas.
Y así fue, se comenzaron a plantar pinos, asociados con encinas y retamas que, al poco tiempo, podíamos ya encontrara parcelas “sombreadas” que necesariamente dieron una nueva perspectiva a nuestros hasta ahora horizontes planos, bien es cierto que no se produjeron grandes masas forestales sino en determinadas parcelas diseminadas, aunque de superficie relativamente grandes por las propias condiciones exigidas en las ayudas solicitadas.
Esta forestación de nuevas tierras que marcaron una pauta nueva en el desarrollo de ciertas explotaciones de tipo marginal, no ha seguido a lo largo de los años un proceso muy activo de incremento en las parcelas de los agricultores de Tomelloso, estando actualmente en franca regresión de solicitudes, no existiendo esa tendencia inicial. Actualmente estas plantaciones se encuentran en franco desarrollo y hasta la fecha se mantienen en pie, teniendo en cuenta que las plantaciones más antiguas tienen unos 27 años, aunque prácticamente todas las especies de pinos se mantienen en estado vegetativo normal los pinos, pero no las encinas o las retamas.
El programa de la Unión Europea a través de los fondos FEDER han evolucionado positivamente en determinadas zonas de Castilla- La Mancha para conseguir los objetivos que se pretenden de desarrollo rural, no habiendo tenido el mismo éxito en nuestra comarca, porque quizá nuestras condiciones agroclimáticas no corresponden al ideal de las propuestas realizadas.
No es necesario insistir que estas plantaciones han producido nuevas imágenes, que de forma expandida acompañan a las escasa plantaciones de olivar existentes en la zona de la llanura y que, como comentaremos en otros artículos, van acompañados de otros nuevos ejemplares de especies arbóreas.
