Iniciamos una serie de artículos sobre aquellas plantas que nos podemos encontrar de forma espontánea en cualquier lugar del campo, tanto en los cultivos, como en los ribazos, lindes y proximidades de casas y pedrizas que nos son habituales y que conocemos en algunas ocasiones, incluso nos resultan familiares.
Es necesario recordar que todas las plantas que hoy en día se cultivan y que nos sirven de alimentación proceden sin excepción de plantas originales silvestres que los humanos hemos ido seleccionando a lo largo de los tiempos para proceder a cultivarlas por sus cualidades alimenticias y que ahora son las que compramos en los mercados y consumimos.
Todas estas plantas tanto herbáceas, arbustivas, como arbóreas se han aprovechado para nuestro consumo mediante una selección que se ha ido realizando obteniendo y mejorando las cualidades de cada una de ellas y pasando incluso ya a procesos técnicos como de selección, hibridación y mejora genética que ha producido nuevas variedades dentro de cada especie e incluso subvariedades que hemos ido seleccionando por sus características peculiares en cuanto a la calidad fundamentalmente.
Caminando por el campo todavía podemos ver plantas originales de las que se han obtenido estas que actualmente consumimos, que podríamos decir que son los padres o parentales de las actuales que no han desaparecido y que seguramente fueron la fuente de alimentación de los primeros habitantes de la tierra, además de la alimentación procedente de los animales.
Todavía en los pueblos primitivos y zonas del mundo donde la vegetación no ha sido maleada por el ser humano, lo que ha permitido que la naturaleza conserve parte de su originalidad, sus poblaciones conocen sobradamente este tipo de plantas y se consumen en su estado silvestre, pero además sirven para preparar comidas por mezclas de ciertas plantas o por consumo directo.
En este trabajo vamos a poder encontrar estas plantas que son algunas muy conocidas, que incluso para los más experimentados se utilizan extrayéndolas del campo para utilizarlas directamente o en preparados como tisanas, infusiones y algunas de forma directa.
Todavía podemos encontrar a lugareños especialmente a inicios de primavera recorriendo el campo para recoger este tipo de plantas que ellos saben su utilidad y aprovechamiento para alimentación, como condimentos o incluso como curativas.
Sin extendernos más y por poner uno de los ejemplos más evidentes podemos mencionar la recogida en el monte o en campo sin cultivar la búsqueda de espárragos tan familiar en zonas de monte bajo y que son tan buscados por sus cualidades y apetencias, ya que todos sabemos pasaron a ser plantas cultivadas y muy apreciadas en la actualidad.
Curioso observar que estas plantas primitivas por suerte no han desparecido totalmente y que es fácil encontrarlas todavía en estado natural, reconociendo a su vez que otras han dejado de encontrarse debido principalmente por el avance de la agricultura, que ha provocado la desaparición en muchos casos de tierra silvestre, ya que la expansión de la tierra para cultivo ha ido mermando las posibilidades de mantenimiento de la vegetación espontánea, por el laboreo y la utilización de productos insecticidas y/o herbicidas para eliminación de los que hoy llamamos malas hierbas, cuando en realidad han sido históricamente plantas que han servido para alimentar a muchas poblaciones durante muchos siglos.
Además del ejemplo expuesto anteriormente, todavía nos encontramos especies como el hoy llamado olivo que son los acebuches silvestres que aún vemos en algunas zonas o los almendros espontáneos o las chufas en las zonas encharcadas que no ofrecen dificultad de encontrarlas, para el que sepa distinguirlas o las moreras y tantas y tantas que es fácil su aprovechamiento espontáneo y que surgen de las tierras cultivadas o no y que permanecen todavía como plantas silvestres.
