Ni que decir tiene que los fallecimientos que estamos sufriendo durante estos días nos están produciendo profundos sentimientos en todas las personas que se sienten afectadas más directamente por grado de familiaridad y donde también se hace necesario incluir a aquellas otras que personalmente han tenido la suerte de poder haber contado con su presencia en las distintas opciones que la vida nos ha proporcionado.
No es menor el sentimiento que me produce el fallecimiento de Ramón, porque indudablemente su trayectoria hay que considerarla como muy apreciable y que indudablemente merece el que sea considerada como más que brillante.
Ya en su labor profesional como maestro, mejor diría profesor de muchos alumnos, siempre ha tenido una gran consideración tanto por los propios alumnos como por los padres.
Donde más llegué a conocerle fue en su faceta de político, pero más especialmente en la faceta de persona y amigo.
Tuve la suerte de mantener muchas conversaciones sobre algunos asuntos comunes y desde luego pueden alabarse dos aspectos que no todas las personas reúnen en su forma de ser: su cordialidad y su gran sensatez en el planteamiento de las situaciones, al que me gustaría añadir una más, como es su capacidad para entender la forma de ser de Tomelloso y de los tomelloseros.
Por si alguien no lo sabe su capacidad de trabajo, su gran afán de inquietud y preocupación por su pueblo, le llevó a defenderlo de tal manera que tuvo que luchar seriamente en defensa de sus planteamientos expuestos para la mejora indiscutible de Tomelloso.
Persona inquieta siempre, aún después de jubilado, y como muestra quiero añadir que hace muy poco tiempo tuve una conversación en la que me expuso estar trabajando en un proyecto de documentación sobre la trayectoria de la Educación en Tomelloso desde sus raíces, trabajo que realmente me resultó apasionante y en el que le encontré muy animado y le expuse la posibilidad de incluir en el trabajo no solamente la educación obligatoria sino también los otros tipos de educación como la profesional así como incluir la agraria, tanto reglada como no y la paralela de otros sectores.
Siento sinceramente que personas que siempre han intentado favorecer el proceso y el sentimiento de un pueblo nos haya abandonado prematuramente.
Es mi deseo que personas de esta extraordinaria calidad humana no queden en el olvido, por mi parte seguirá siempre en mi recuerdo.
Gracias, Ramón.
Ángel Bernao
