Mohorte es una localidad de la provincia de Cuenca, en la Serranía Media de Cuenca, como pedanía dependiente de la capital, situada a unos 10 kilómetros de la capital con unos 65 habitantes y situada a una altitud de 995 metros y donde discurre el río Moscas. Su núcleo de población se encuentra instalado en la falda de una colina. Dispone de varios manantiales en la propia localidad y de algunas lagunas, como consecuencia de la afluencia de agua de las zonas altas. El pueblo fue fundado por Alfonso VIII, en el año 1180.
Esta localidad era un lugar de paso de pastores que llevaban el ganado y actuaban con el mercado de la lana hasta Medina y Burgos y denominado “Camino de Santiago de la Lana” o “Ruta Jacobea de la Lana”, como una rama del “Camino de Santiago” y en sus proximidades existen dos cerros donde en uno de ellos se ha encontrado un exvoto que se encuentra en el museo de Cuenca.
En las proximidades de la localidad se distinguen algunos grupos de torcas denominadas “Torcas de Los Palancares”, que, como sabemos, estos depósitos son depresiones en el terreno de forma circular donde se se acumula el agua.
En nuestro caso hablaremos de una de ellas llamada “Torca de la Novia”, que es donde se desarrolla la leyenda que brevemente vamos a redactar y la torca tiene una superficie de 0,3 hectáreas y con una profundidad máxima de unos 24 metros.
La leyenda define los amores de una joven de Mohorte que estaba enamorada de un joven de su pueblo de gente humilde, pero el padre de la muchacha estaba empeñado en que no fuera así, porque deseaba que se casase con persona de mayor economía.
A pesar de la negativa del padre, éste obligó a la muchacha a que no tuviera otra opción que casarse con un hombre bastante rico del pueblo de la localidad de Cañada del Hoyo, muy próxima a Mohorte. El padre hizo todas las gestiones necesarias para apalabrar el enlace y el día de la boda se encaminaron a esa localidad para celebrar el matrimonio, pero en un momento de descuido la muchacha se escapó de la vigilancia de su padre y se echó a correr por el monte, para terminar lanzándose a una profunda torca donde falleció sin poder hacer nada por salvarla. Desde entonces a este lugar se llama la Torca de la Novia.