Uno de los castillos que más nos han impresionado de los muchos que hemos visitado.
Se encuentra ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Mora de Toledo. El actual castillo de Peñas Negras no hay que confundirlo con otro castillo que debió existir en el denominado Cerro del Castillo y construido por los árabes en el siglo X .
A pesar de la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI, la población quedó bajo el dominio de la taifa de Toledo, del rey Almutamid. Posteriormente pasa a poder cristiano, para volver a manos musulmanas y ya definitivamente a manos cristinas en 1131. Para su defensa nombra Alfonso VII al alcalde Munio Alonso que ataca a los almorávides y mata al jefe almorávide con una lanza, colgando las cabezas de varios almorávides por las murallas, lo que produce un odio cerval entre los musulmanes.
Alfonso VII decide ir a Córdoba para batallar y deja a Munio y a Martín Fernández encargados de la defensa. El gobernador árabe de Calatrava decide atacar el castillo y mata a Munio Alonso, mostrando su cuerpo descuartizado y su cabeza a la envía Córdoba, al mismo tiempo que destruye casi totalmente el castillo. El rey ordena en 1340 construir un nuevo castillo del que actualmente existen sus restos y que en 1172 pasa a manos de la Orden de Santiago con el nombre de Castillo de Peñas Negras.
Así ambos castillos se encuentran próximos en dos cerros distintos, el último en el cerro de Malvecino.
Este castillo, que se puede visitar, está ubicado en un cerro rodeado en casi toda su superficie por un conjunto rocoso de color oscuro que llega a ser negro cuando cede el sol y brillante cuando los rayos del sol inciden. Es prácticamente inaccesible por la dificultad de vadear o esquivar los componentes rocosos de piedras de cuarcita que desde lejos dan una verdadera impresión de miedo y seriedad.
Este castillo se encuentra en estado de ruina en los últimos tiempos, pero actualmente se está rehabilitando en lo posible.
El primitivo castillo, denominado de Mora, se encuentra situado en la Sierra del Castillo y fue destruido por los árabes y (como se ha indicado) custodiado por el tal Munio Alonso que fue derrotado por los almorávides.
Rehabilitada la Reconquista, y a partir de la Batallas de las Navas de Tolosa en 1212, el castillo pasó a no tener tanta trascendencia. La tenencia paso a ser de Francisco de Rojas, señor de Layos y posterior conde de Rojas y su utilizó como prisión y finalmente entregado al Ayuntamiento de Mora.
EL CASTILLO
Su perímetro tiene forma de buque, es alargado y más estrecho por una parte. Está amparado por su intensa mole de rocas agrupadas. Actualmente se puede observar la torre albarrana que se encuentra en el centro y que lo divide en dos partes. Existen vestigios de dos torres más. En la muralla se puede apreciar la existencia de un posible puente levadizo que permitía el acceso.
En el patio de armas se puede apreciar un túnel que daba paso al acceso a las dependencias del subsuelo.
El acceso a pie es de lo más curioso porque el cerro es de bastante altura y permite ver con toda su amplitud la parte exterior de la muralla. Debió ser uno de los mejores castillos de la Región. Desde su parte superior el paisaje que se observa es de una preciosa perspectiva.
Es un castillo que merece la pena visitar y ascender a él caminando.
