Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Todavía quedan muchas incógnitas sobre cómo se comporta el coronavirus y cuáles son sus posibles vías de transmisión. Hace unas semanas un estudio publicado en la revista “JAMA Internal Medicine” dejaba una puerta abierta a la posibilidad de transmisión por aire, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad todavía no lo consideran una evidencia contrastada. Aun así, tomar cualquier precaución resulta clave para reducir el riesgo de contagio. Por ello, la Organización Colegial de Enfermería ha lanzado una infografía y unos materiales explicando cómo se mueve el coronavirus en el aire y qué recomendaciones se deben tener en consideración.

Los aerosoles son partículas suspendidas en al aire que pueden ser transportados por el mismo. En nuestro día a día, y fuera del ámbito sanitario, las emitimos al hablar, cantar, gritar, además de al toser o estornudar. “Los organismos oficiales correspondientes todavía no asumen la vía área como vía de contagio del COVID-19, pero desde la Organización Colegial de Enfermería queremos informar a la población de qué son los famosos aerosoles porque consideramos que cualquier medida de prevención es importante para frenar la expansión de esta pandemia”, añade Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Estas partículas suelen clasificarse en función de su tamaño: los aerosoles tienen un tamaño menor de cinco micras y pesan menos, por lo que pueden permanecer suspendidos más tiempo en el aire y transmitirse hasta los seis metros; y las gotículas que son de mayor tamaño, considerándose gotículas pequeñas si su tamaño es entre cinco a diez micras  y gotículas grandes las que llegan hasta  100 micras , estas al pesar más caen antes por su peso, aunque pueden alcanzar hasta el 1,5 o 2 metros de distancia.

Espacios abiertos y cerrados

Además, hay que tener en cuenta que los aerosoles no se comportan igual en espacios interiores que exteriores. En los espacios cerrados sin ventilación estas partículas permanecen suspendidos en el aire y, por tanto, hay más probabilidades de que sean inhalados por los que estén en la sala. En cambio, cuando se ventila un espacio interior, la circulación de aire hace que se dispersen los aerosoles disminuyendo su concentración y por lo tanto disminuye las posibilidades de inhalarlos. “Ese riesgo es aún menor en espacios exteriores donde se respeta la distancia social y existe ventilación, ya que los aerosoles se dispersan y las posibilidades de inhalarlos son más reducidas”, comenta Pérez Raya.

Prevención

Para evitar inhalar estas partículas, la Organización recomienda: ventilar con aire exterior frecuentemente abriendo puertas y ventanas, utilizar mascarillas bien ajustadas a la cara y llevarlas el máximo tiempo posible, fomentar actividades al aire libre, reducir los grupos de personas y el tiempo en espacio interiores, hablar en tono bajo y guardar la distancia de seguridad. Además, se debe evitar: el uso de mascarillas que se caigan, no ajusten bien o no cubran la nariz, los espacios con ruido o música que nos obliguen a gritar y acercarnos a terceros, cantar o gritar en grupo dentro de espacios cerrados y permanecer en espacios cerrados sin renovación de aire. “Queremos recordar a todos que seguir las recomendaciones sanitarias pueden prevenir los rebrotes”, puntualiza Pérez Raya.

Esta infografía y vídeo animado forma parte de la campaña de divulgación que ha realizado la institución desde que comenzó el estado de alarma y que ha buscado concienciar y ayudar a la población en materias como el lavado de manos, el teletrabajo, la salud mental, el uso de mascarillas, los hábitos saludables y una larga lista de materiales que se han ido poniendo a disposición de toda la ciudadanía.

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