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Cuadernos Manchegos
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El Gobierno de Castilla-La Mancha ha lanzado un mensaje de unidad a todo el sector vitivinícola ante un inicio de vendimia “atípica” por la crisis sanitaria para demostrar a los mercados que “juntos somos más fuertes” y ha afirmado que la región “no solo es competitiva y garantista desde la perspectiva de la situación difícil que se vive, sino sostenible, desde la visión de la rentabilidad de una actividad económica fundamental en nuestra tierra, como es esta, de la que queremos seguir viviendo y presumiendo en Castilla-La Mancha”.

En rueda de prensa, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, acompañado por la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce, ha reivindicado el peso de Castilla-La Mancha en el sector vitivinícola, una comunidad autónoma que con cerca de 500.000 hectáreas, representa el 7 por ciento de la producción de vino a nivel mundial, siendo “la región más importante del mundo”.

El titular de Agricultura ha basado su intervención de hoy para informar del inicio de la vendimia en Castilla-La Mancha en tres ejes fundamentales: la seguridad, la calidad y una producción sostenible, para que la vendimia en Castilla-La Mancha se desarrolle dentro de la normalidad.

En cuando a la seguridad derivadas de la crisis sanitaria, ha recordado que el pasado 12 de agosto se publicó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha una orden conjunta en vigor con las consejerías de Sanidad y Economía, Empresas y Empleo, donde se incluyen las normas de prevención para actividades agrícolas dirigidas a empresas y a los asalariados del campo que participen en la vendimia este año.

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Así, ha destacado que se pretende que en  la actividad, tanto en campo y en bodega, se extreme la prudencia y para ello ha aludido a las medidas puestas en marcha como el uso de mascarillas, geles, cuadrillas estables, la creación de planes de contingencia o la obligatoriedad para los empleadores de contar con un listado diario de los trabajadores en las explotaciones y de las personas con las que conviven, con sus datos, para contactarlos y garantizar la rastreabilidad o trazabilidad en caso de un positivo por coronavirus.

El uso de la mascarilla es obligatorio

En cuanto al uso de la mascarilla en las actividades agrarias, ha concretado que es obligatorio y así lo establece la normativa en vigor, que indica que solo podrá prescindirse de ella cuando “por la naturaleza de la actividad concreta, su uso sea incompatible”. En estos casos, indica la norma, “será necesario establecer medidas específicas de protección, como garantizar un distanciamiento de al menos 1,5 metros entre las personas trabajadoras.”

En este punto, Arroyo, ha explicado que solo se permite ir sin la protección de la mascarilla cuando sea incompatible para garantizar la salud del propio trabajador o debido a las condiciones meteorológicas, pero siempre y cuando se garantice la distancia de seguridad. Así, ha precisado que es necesario en este caso excepcional que en cada hilo de la viña de secano en vaso trabaje solo un vendimiador, recordando que en Castilla-La Mancha las cepas están situadas entre los 2,5 y 2,8 metros.

El consejero se ha mostrado optimista y ha explicado que en la región prevalece un modelo de explotación familiar, con asalariados del campo que viven en las agrociudades durante todo el año y trabajan de manera estable en las explotaciones. Así se espera que sean 20.000 las personas las que vendimien durante esta campaña en nuestra región, donde más del 50 por ciento está ya mecanizada.

Martínez Arroyo ha recordado, además, que en esta vendimia y debido a la pandemia, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se han puesto a disposición de los asalariados ayudas hasta el 30 de noviembre para subvencionar el alojamiento o desplazamiento, de 450 euros por mes y por persona beneficiaria, en función de los gastos que se justifiquen.

Reforzando el compromiso con la calidad del producto

En relación con la calidad, el titular de Agricultura en Castilla-La Mancha ha reseñado que se ha hecho un esfuerzo adicional desde el Gobierno regional con dos medidas novedosas en esta campaña que refuerzan ese compromiso con la calidad. Por un lado, por primera vez a nivel nacional, se ha puesto en marcha la limitación del rendimiento productivo por hectárea que se da en todo el país, a propuesta de Castilla-La Mancha: 20.000 kilos en variedades blancas y 18.000 kilos en tinto.

Además, en la Comunidad Autónoma se ha regulado que no pueda entrar en bodega uva con menos de 9 grados para la elaboración de vino. Son dos medidas ha dicho, “que apuestan por la calidad, menos cantidad, más garantía para los consumidores y más rentabilidad para los viticultores y el conjunto del sector”.

Previsión de 23 millones de hectolitros

En el caso de la producción, Francisco Martínez Arroyo ha afirmado que se prevé una campaña normal, con una previsión de 23 millones de hectolitros de vino y mosto en la región, por debajo de lo que se esperaba hace dos meses, y alrededor de 42 millones de hectolitros a nivel nacional, representando Castilla-La Mancha el 55 por ciento de España como en años anteriores.

Con la puesta en marcha de medidas de mercado como la vendimia en verde, la destilación de crisis o el almacenamiento privado se ha conseguido retirar del mercado 4,2 millones de hectolitros, partiendo la región con unas existencias de 10,8 millones de hectolitros almacenados a 31 de julio, dos millones menos que el año pasado.

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