Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Agrícolamente Tomelloso tiene su prestigio bien ganado por ser una de las localidades de mayor superficie de viñedo la región, porque, si bien nuestro término municipal es relativamente pequeño, sin embargo los agricultores de Tomelloso cultivan otra superficie igual fuera de su término municipal y prueba de ello es la de disponer de la Cooperativa Vinícola -hoy en día también oleícola- de primer grado mayor del mundo en nuestra Cooperativa Virgen de las Viñas.

La tradición del cultivo de la vid viene desde hace aproximadamente el último tercio del siglo XIX, aunque en años anteriores ya existían algunas pequeñas parcelas plantadas.

Desde aquel entonces la evolución ha sido en franca progresión y la viña se ha convertido en el símbolo inequívoco de la localidad.

Las plantaciones se adaptaron perfectamente a la tierra por ser tierras nuevas y los suelos de la zona, que son arenosos o franco-arenosos, aceptan favorablemente el desarrollo de las raíces de las plantas de viña.

El proceso recorrido por estas plantaciones es muy amplio y sería muy extenso el poder efectuar de forma resumida una descripción de la evolución llevada a cabo, que ha sido muy avanzada y sobre todo muy diversa.

En aquel entonces las plantaciones se hacían a marco real con cadenas o sogas marcadas con unas pequeñas cintas llamadas zapatetas a la distancia que se pensaban plantar las cepas. El marco utilizado era el de marco real a las tres varas, y como una vara son 0,83 centímetros la distancia entre cepas era a 2,50, lo que suponía unas 1.600 cepas por hectárea y en Tomelloso siempre se ha dicho que entraban 1.100 cepas por fanega. La plantación se hacía excavando el hoyo en la marca que se dejaba mediante unas cañas de muestra y poniendo el palo de la cepa y, a continuación, pisando alrededor de la base de la raíz -llamado a pisotón-, amorterando posteriormente el plantón con tierra y la azada, tapándolo del todo. Al hoyo se le llamaba cavacote y el plantón era del país, es decir "a palote" en el léxico tomellosero.

 La temible plaga de la filoxera incrementó las plantaciones que, aunque en España apareció en 1878, ya había producido el desastre en Francia y otros países.

La filoxera se introdujo en Europa a raíz de la importación de una variedad americana llamada “Isabela” que tenía la característica de ser resistente al oidio (cenicilla) y fue la que expandió la plaga.

Posteriormente ya se comenzaron a utilizar patrones americanos conocidos (Vitis riparia, Vitis Berlandieri, Vitis rupestris) e injertadas sobre variedades europeas específicas de cada comarca vitícola, aunque en La Mancha el progreso de la plaga fue muy poco importante como consecuencia de que esteinsecto no se puede reproducir con facilidad en terrenos arenosos, de hecho hemos podido comprobar personalmente "cepas de palote" de más de 60  años sin síntomas de plaga.

Estas circunstancias hicieron que la proliferación de plantaciones de viñedo en nuestra zona y concretamente en Tomelloso aumentara en este periodo.

Bien es cierto que las producciones de uva de las cepas era relativamente muy pequeña, pues se estimaba que 400 cepas daban entre 12 a 17 arrobas de vino lo que supone que cada cepa podría dar entre una media de medio litro de vino, por lo que ya podemos deducir que cada cepa era capaz de proporcionar un kilo o kilo y medio de uvas. Durante muchos años se han venido plantando las viñas a marco real y como corresponde casi exclusivamente con la variedad más importante de nuestras tierras, la variedad de uva blanca Airén, perfectamente adaptada, acompañada en pequeña proporción de la variedad de uva tinta, Tempranillo, llamada también Cencibel.Tomelloso y su agricultura

Las labores y faenas en la viña eran sencillas, se podaba en sus inicios con un podón, porque todavía no existían tijeras de podar, que era un hierro curvado en la punta afilado que se agarraba el sarmiento por el extremo para atirantarlo y se daba un tirón con el podón.

 Se recogían los sarmientos que normalmente se utilizaban para leña y también se quemaban en montones y la labor con la mula para quitar hierba.

 La recolección se hacía con navajas y las uvas se depositaban en espuertas de pleita de esparto redondas, que se llevaban al carro por dos operarios que las iban depositando en las serillas que eran otras espuertas de mayor capacidad con cinco asas, también de pleita de esparto, para poder manejarlas con más facilidad. Las espuertas podían llenarse con unos 40 kilos de uvas y las serillas con cerca de 100 kilos.

Del proceso posterior en la elaboración del vino, lo comentaremos en otro artículo pues merece la pena explicar el proceso primitivo de la transformación de la uva en vino.

Tomelloso y su agricultura

Volviendo a las plantaciones de viñas, éstas fueron sufriendo distintas variaciones y modernizaciones.

Durante bastantes años siguientes la forma de plantación de las cepas no se modificó hasta que llegaron las máquinas plantadoras de cepas acopladas al tractor, que era una implementación a la parte posterior del tractor acoplando un mecanismo que permite introducir en el terreno el plantón de vid de forma distinta a la manual, existiendo distintas formas y aparatos mecánicos para poder dejar en su lugar a todos los plantones, desde el clásico tubo hueco donde se deposita la planta o por medio de cadenas de distribución y otras con enterrado propio.

Por último aparecieron las máquinas plantadoras con GPS provistas de láser que aseguran una plantación lineal. En todos los casos en la parte posterior del aparato de plantación, existen dos discos y/o también dos rejas planas que permiten aporcar y tapar la planta. Incluso hay plantadoras para dos hilos y siempre la carga al aparato plantador es incorporada por operarios que van suministrando los plantones.

Tomelloso y su agricultura

Los plantones que se utilizan como portainjertos de la vid siguen siendo muy variados y de distintas características, pero en Tomelloso se han venido utilizando fundamentalmente: 161-49 de Couderc, 41-B de Millardet y el Richter 110, además de otros que se obtienen por hibridación y cruce de las variedades americanas antes mencionadas.

Tomelloso y su agricultura

La evolución sucesiva de nuestras plantaciones se han derivado hacia  las intensivas mediante formas apoyadas con las instalaciones de postes y alambres.

Este nuevo sistema que se ha ido introduciendo en las plantaciones ha supuesto varios cambios y modificaciones, entre ellas, además del sistema de plantación, las de haber introducido nuevas variedades, haber modificado los marcos de plantación y haber podido introducir la recolección mecanizada, entre otros.

Entre las modificaciones, podemos nombrar, que entre las variedades blancas, la introducción de ellas ha sido enorme. Más de quince variedades nuevas de los dos tipos se han plantado en los últimos años y así nos encontramos entre las variedades blancas: Macabeo, aunque ésta ya tenía algunas plantaciones previas en la comarca, Verdejo, Moscatel de grano menudo, Viognier, Chardonnay y Sauvignon blanc, y entre las variedades tintas: Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignón, Cabernet Franc, Pinot Noir y podríamos añadir entre las variedades también nuevas el Gewürztraminer.

Tomelloso y su agricultura
Tomelloso y su agricultura

En cuanto a los marcos de plantación hemos pasado al marco de 3x2 o 3x1,5, entre los más frecuentes, pasando de las 1.600 cepas en las plantaciones a marco real a las 1.666- 2.222 cepas por hectárea.

Como vemos nuestra trayectoria en el sector vinícola ha conllevado un progreso de bastante importancia en los agricultores y en las explotaciones.  

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