Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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No se conoce con exactitud los inicios del cultivo del melón en Tomelloso, su conocimiento parece comenzar desde los años 1760 en alguna de las zonas de la comarca actual en pequeñas superficies y en reducidas áreas de cultivos de huerta y simplemente para el consumo familiar.

Aunque en realidad se siguieron cultivando melones, es cierto que las sandías se realizaban siembras en mayor cantidad que melón en los huertos. Podemos añadir que en 1980, por poner una fecha aproximada, es cuando se comenzó a realizar plantaciones para cultivar melones con fines comerciales bajo el sistema que llamaremos de “Cultivo Tradicional”, que ya se consideraban como siembras de cultivo extensivo.

Expresar previamente que la planta del melón, como también la sandía, se adaptan perfectamente a nuestro suelo, ya que es un planta que tiene unas necesidades de temperaturas altas, pues es un cultivo de verano y no soporta los terrenos arcillosos y que formen costra, por lo que en los terrenos de Tomelloso se acopla perfectamente, ya que nuestros suelos arenosos permiten un desarrollo rápido de las raíces.

Melón Tomelloso
Melón Tomelloso

En sus inicios el cultivo tradicional se iniciaba con una labor profunda en el suelo de la parcela, dentro de lo que cabe en nuestras tierras, con arado de discos hacia el mes de febrero, seguido de uno o dos pases de cultivador cruzados.

Hacia el mes de abril o mayo se marcaban las líneas de siembra mediante tractor y regletas que marcaban la futura alineación en pasadas sucesivas. El marco utilizado era de 1,45 a marco real. En estas líneas de siembra se incorporaban de 3 a 4 kilos de estiércol mediante apertura de zanja, incorporación con tractor y basurero y tapado de la zanja o bien directamente con basurero y reja hueca acoplado al tractor. También era frecuente el cultivo “en casillas” que consistía en depositar 4-5 kilos de estiércol en las casillas, tapado del mismo y aporcado, con lo que se formaba un mortero de tierra sobre el que posteriormente se colocaba la semilla de melón.

Semillas Melón Tomelloso

En aquel entonces la semilla se preparaba por el mismo agricultor con los  melones del año anterior, en unos casos incluso seleccionando los mejores ejemplares. El procedimiento consistía en extraer las semillas de la parte central del fruto, eliminando los extremos del mismo. Se depositaban en un recipiente con agua para eliminar las que flotaban y luego se ponían a secar al sol y se guardaban en sacos de arpillera hasta su siembra. De cada 10 kilos de fruto se podían obtener unos 100 gramos de semilla. Para la siembra la semilla se preparaba pregerminada mediante el proceso de humedecerla durante 1-2 días en sacos de plástico, al  mismo tiempo que se añadía algún producto fungicida para evitar problemas de hongos.

Las modalidades de siembra eran variadas.

Las siembras en casillas eran las más rudimentarias. Se utilizaba la azada mediante la cual se hacía un montón de tierra para tapar el estiércol, con lo que se conseguía proporcionar calor para efectuar el efecto de calor, que se llamaba “cama caliente”,  se amorteraba el golpe y se hacía una casilla para cada golpe donde se depositaba la semilla, pregerminada o no. Se calculaba que un operario experto podría  utilizar 3 jornales por hectárea. La siembra a mano se realizaba mediante el escavillo, por lo que se da un golpe en el terreno ahuecando la tierra para a continuación depositar 8 a 12 semillas, tapado posterior y pisado de la tierra de la casilla.

Posteriormente se realizaron las siembras a chorrillo en las líneas  de siembra mediante carrillo acoplado al tractor con un tubo perpendicular que era arrastrado por el tractor y un operario depositaba 10-12 semillas por golpe. Más tarde se perfeccionó mediante sembradora de precisión en líneas.

En el caso de siembras a mano se empleaban de 5-6 kilos de semillas por hectárea, pasando a 2-3 kilos cuando se realizaba con sembradora.

Melón Tomelloso

Otra de las formas de sembrar era la denominado “al barrillo” que no era extensivo para toda la parcela, sino solamente en el caso de que existieran marras en la nascencia, y así se aceleraba la emergencia de la planta que había sufrido el retraso por fallos en la salida de las plantas al aire.

Se utilizaba un escavillo  o una pequeña azada, se daba un golpe  sobre el mortero y se echaba agua al fondo que empapara bien gran parte del suelo y a continuación se echaba la semilla de nuevo, tapando a continuación y aplastando la tierra.

Este tipo de siembras tenía los inconvenientes lógicos de la climatología, ya que, cuando se producían lluvias, la costra que se formaba sobre la casilla del melón  impedía que los cotiledones o primeras hojas salieran con vigor y entonces existían problemas de insectos e incluso de hongos. Muchas veces, para facilitar la salida de las plantas con mayor rapidez, los agricultores mezclaban las semillas de melón con algunas de calabaza que tenían un poder germinativo mayor.

Melón Tomelloso

En ésta época las variedades de melón que se utilizaban eran las denominadas “Piel de Sapo” en la mayoría para las siembras y producciones normales y la variedad “Tendral” que era más tardío en la fecha de recolección, aunque cuando pasemos al cultivo intensivo podemos comprobar que las variedades han cambiado continuamente.

En el próximo artículo seguiremos comentado este proceso ya olvidado, pero  que muchos agricultores creo que recordarán, porque fueron los primeros pasos para que el cultivo del melón se extendiera con mayor rapidez, introduciendo nuevas técnicas y prácticas de cultivo.

 

Melón TomellosoMelón Tomelloso

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