Contexto
Esta escena se produce en el primera parte de El Quijote al inicio del capítulo XXXV, estando el suceso relatado en la venta, donde han parado a descansar don Quijote y Sancho.
Breve resumen
La escena transcurre en la venta donde, en la sobremesa se comenta la locura de esos caballeros que leen libros de caballerías, estando presentes Maritornes, el cura, el barbero y el ventero, mientras don Quijote y Sancho descansan en sus habitaciones.
Al momento oyeron un fuerte alboroto y apareció Sancho saliendo de la habitación de don Quijote que gritando pedía que le ayudaran, pues su señor estaba 
luchando contra el gigante Pandafilando. Cuando todos entraron en el aposento comprobaron que don Quijote se encontraba en camisa con la espada en el brazo y estaba combatiendo contra los cueros de vino que se encontraban en la habitación y lo hacía con los ojos cerrados. El ventero saltó sobre don Quijote y le llenó de puñetazos, menos mal que le separaron el cura y el barbero, aunque don Quijote seguía con su batalla particular, hasta que se le echó un jarro de agua fría. Lo curioso es que Sancho pasó también por loco, porque se arrastró por el suelo intentando buscar la cabeza del gigante para así tener la posibilidad de conseguir su afamada ínsula. Al final don Quijote confundió la sotana del cura con las faldas de Micomicona, diciéndola que el gigante estaba muerto.
Curiosidades
Es de destacar que en este caso los sueños de don Quijote se producen aun estando dormido y que Cervantes consigue rehabilitar la enorme conciencia de aventura introducida en la mente del Caballero de la Triste Figura.
También se hace notar el cuidado y atención que Sancho presta a su amo que inmediatamente se apercibe de su locura.
También es interesante hacer notar que, a pesar de los intentos por sacar de su locura a don Quijote, Cervantes insiste en que solamente se cumple el sueño cuando la conciencia de don Quijote encuentra una salida paranormal y no a la lógica de los golpes o del cambio de temperatura con la rociada de agua,
Párrafos interesantes
“Estaba en camisa, lo que le dejaba al aire unas piernas largas y flacas y mucho más peludas que limpias”, cuando don Quijote está dando mandobles a los cueros, para ridiculizar más la escena.
“Válgame, Dios, pensaban todos “Está peor Sancho despierto que su amo durmiendo”, viendo a Sancho a arrastrándose por el suelo buscando la cabeza del gigante, a modo de demostrar la influencia de la locura de don Quijote en la propia mentalidad de Sancho.
“Fermosísima, princesa, el gigante ya está muerto”, al confundir las sagas del fraile con Micomicona, para dar un final más de imaginación.
