Este insecto es común en nuestra zona, así como en parques y jardines e incluso a campo abierto y suele habitar especialmente en la primavera.
Es llamada genéricamente “mosca sierra”, aunque existen numerosas especies con este nombre con diferentes colores. Es frecuente confundir este insecto con las avispas, cuando en realidad no lo son, aunque su presencia y sus colores así lo aparentan.
Este insecto está emparentado con las avistas, pero tienen distintas características que la hacen diferente.
Se alimentan de hojas de distintas plantas herbáceos y de árboles e incluso son insectos beneficiosos porque suelen atacar a otros insectos de los que también se encuentran entre sus alimento y actúan como depredadores de otros. Sus larvas son muy características e inconfundibles y se alimentan de hojas. Su proliferación no es muy abundante, pues tiene muchos depredadores, tanto los adultos como las larvas, que hacen que su presencia sea relativamente escasa.
Una forma de diferenciar a estos insectos de las peligrosas y tan temidas avispas entre otros, pero el más significativo es que las avispas tienen la llamada “cinturilla”, es decir, la unión del tórax y el abdomen es muy estrecho, casi mínimo, mientras que en la mosca sierra es llano y continuado. Además este insecto no tiene tromba picadora, por lo que es inofensivo para el ser humano. También se distingue por la forma de su vuelo que es más recto cuando tiende a posarse, así como las líneas discontinuas de su cuerpo de color amarillo, mientras que en las avispas los segmento amarillos están distribuidos uniformemente.
El apelativo de mosca sierra se debe a que en la parte posterior posee una especie de órgano en forma de sierra que le permite cortar hojas y tallos tiernos para alimentarse y especialmente para depositar los huevos.
Las larvas son muy similares a los de las mariposas con falsas patas y de un color verde claro y cabeza rosada. El otoño-invierno, lo pasan en estado de pupa, ocultos en el suelo.
