Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Quizá la planta que más fama histórica ha rellenado páginas y páginas en la literatura haya sido la planta de la cicuta, que desde la muerte del filósofo Sócrates ha sido inspiración de gran parte de la literatura desarrollada para inspirar muertes de todo tipo, siempre arraigadas en el poder venenoso de esta planta.

Pues bien, podemos decir que esta mala hierba existe todavía en nuestros campos y está considerada como una planta frecuente en determinados parajes y zonas de la península y extendida en otros países y en nuestra zona de Tomelloso no es de las que más abundan, pero suele ser frecuente en los ribazos y linderos de nuestras parcelas, aunque pasa desapercibida por su desconocimiento y porque, también hay que decirlo, es una planta atractiva en su floración y confundida con otras similares.

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Diremos que esta planta ya era muy conocida en la época de los griegos y se utilizaba para hacer morir a personas sentenciadas de muerte y para aquellos casos  de enfermos terminales y cómo no para ajustar cuentas a personas que se querían eliminar por determinadas normas en cuanto a sus ideales políticos y religiosos, en tales casos se preparaba una pócima liquida que, bebida, limitaba el funcionamiento de los centros nerviosos y después de innumerables procesos físicos en el cuerpo y de dolores y sufrimiento la persona terminaba muriendo.

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La planta de la cicuta botánicamente pertenece a la familia de las Umbelíferas (actualmente con la denominación de Apiáceas), que, entre otras, pertenecen plantas tan conocidas como la zanahoria, anís, hinojo, apio y otras conocidas y deben su nombre inicial por disponer sus flores en umbelas, que no son otra cosa  que un número determinado de flores agrupadas que alcanzan distinta longitud y parten de un mismo brote.

La descripción botánica puede resumirse indicando que su nombre técnico es Conium maculatum L.. Es una planta bienal, pues el primer año realiza su crecimiento formando una pequeña mata en el suelo con sus hojas primitivas para, en el segundo año, brotar sus tallos y desarrollar toda la planta. El tallo es hueco y en su parte baja presenta tonos rojizos. Cuando se aplasta presenta un olor desagradable. Las hojas son compuestas, de contorno triangular,  divididas y de bordes más o menos lobulados e incluso aserrados. La umbela es variable pudiendo disponer de 6 a 20 radios y las flores son blancas. El fruto es comprimido, lampiño, con dos partes laterales con cinco costillas onduladas. Esta planta también se la conoce como Perejil de Lobo.

La tradicional ya comentada muerte de Sócrates, como todos sabemos, se debió por no comulgar, ni aceptar la veneración a los dioses egipcios y por ello fue condenado a soportar beber un  preparado con los frutos de la cicuta, que terminó con su vida, después de fuertes espasmos y dolores. Muerte horrible.

Las fotos que presentamos corresponden a planta obtenidas en nuestra zona y que, como pueden apreciar, alguna vez las hemos visto en los márgenes de caminos y de parcelas, en terrenos mullidos y algo orgánicos y nitrificados.

La fama de ser venenosa se debe a unos componentes de la familia de los alcaloides, que se encuentran tanto en las hojas como en los tallos y frutos, pero principalmente su contenido se encuentra en los frutos inmaduros que contienen una gran cantidad de dos alcaloides llamados coniceína y coniína que se encuentran en forma líquida en la planta.

Los síntomas por envenenamiento con el líquido de esta planta son sencillamente impresionantes, pues produce ardor en boca y garganta, irritaciones, náuseas con vómitos y diarreas; la vista se nubla, no se puede articular palabra y no se puede tragar. A continuación se producen vértigos y se pierde el movimiento de las piernas, produciéndose parálisis con movimientos convulsivos y la muerte se produce a las tres o cuatro horas por asfixia respiratoria.

En estado natural no es una planta tóxica aunque se coja con las manos, por lo que solamente realiza sus funciones cuando se prepara en emplastos o bebidas.

 A pesar de su toxicidad la cicuta puede ser recetada por los facultativos para ciertos procesos como la tosferina o el asma o los dolores muy intensos del estómago, así como antiespasmódico y anestésico local para alteraciones nerviosas.

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